Es el único modo de poder ver in situ el próximo 6 de mayo la lucha por el título copero.
Debido a la alta demanda de entradas que suelen tener este tipo de acontecimientos, hay quienes quieren aprovecharse de la situación ofreciendo localidades a precios no precisamente irrisorios. Si fuesen muy baratos, los interesados desconfiarían más.
Por ello, la Federación ha avisado de que el Real Madrid CF y el Club Atlético Osasuna han establecido, en las últimas semanas, "sus métodos propios para el reparto de entradas entre sus socios; y la Federación ha habilitado los medios adecuados para ese reparto, garantizando las máximas condiciones de seguridad".
Medidas como el empleo de un papel térmico especial, o el uso de códigos de validación en la compra, además del carácter nominativo de las entradas, son las que se han tomado por parte del ente federativo para evitar las falsificaciones y minimizar la reventa.
Además, tanto la RFEF como los propios clubes finalistas han hecho un llamamiento "para que desconfíe de cualquier forma de conseguir entradas que no sea la señalada. Ningún canal de venta online que no dependa de la RFEF, o que sea distinto de los habilitados por los clubes, puede ofrecer entradas válidas para la final. Igualmente, cabe desconfiar de cualquier entrada impresa que no se haya recibido directamente de la Federación o de los clubes finalistas".
Por último, la Federación ha invitado a "extremar la precaución al respecto, para no caer en la trampa de quienes puedan querer sacar provecho de la afición al fútbol y hacer negocio fraudulento de ella".