Introducción

La inestabilidad que ha rodeado en los últimos meses a la Real Federación Española de Fútbol desde que estalló el caso Rubiales no se ha trasladado, por fortuna, a los terrenos de juego. El fiasco en el Mundial de Catar supuso el fin de la etapa de Luis Enrique y la promoción de Luis de la Fuente, técnico de la sub21, al que le llegó la oportunidad de su vida. El resultado fue una sencilla clasificación para la Eurocopa y, entre medias, el pasado verano, el título de campeón de la Liga de las Naciones. 

Ahora, en la nueva gran cita continental, España intentará continuar con esa senda victoriosa con una interesante mezcla de experiencia, como la que aporta Jesús Navas a sus 39 años, e insultante juventud, como la del adolescente Lamine Yamal con solo 16. 

No será sencillo, desde luego, destacar en un campeonato de Europa cuando tu nombre aparece emparejado con el actual campeón, Italia; con la subcampeona de la Nations y semifinalista en el pasado Mundial, Croacia; y con la revelación continental de los dos últimos años, la pujante Albania del exbarcelonista Sylvinho. 

En ese grupo de la muerte, la Roja deberá mostrar una fortaleza a prueba de bombas. Cualquier tropiezo, y es sencillo que ocurra en un torneo tan corto, puede dar al traste con todas tus opciones. De ahí que aquel tiki-taka innegociable que impuso como estilo y que tantos frutos le dio, haya tenido que actualizarse una década después. No había rival que no supiera ya cómo contrarrestar ese manido juego de posesión infinita. Aunque siempre con el balón como concepto, De la Fuente pretende ahora sacar mayor rendimiento de las bandas, con más desborde individual y más verticalidad.

Fortalezas

Cuando España dominó el mundo del balompié no lo hizo solo por el vistoso juego al que invitaban aquellos ‘locos bajitos’ de Xavi, Iniesta, Silva, Xabi Alonso, Cesc, Villa y compañía. Lo hizo porque, además de la indiscutible calidad técnica, tuvo siempre guardaespaldas como Casillas, Ramos, Puyol, Piqué y Busquets en lo que el recordado Luis Aragonés denominaba su pasillo de seguridad: portero, centrales y pivote. 

De esas tres posiciones, sí podríamos decir que De la Fuente cuenta, hoy por hoy, con el mejor medio centro defensivo del mundo: Rodrigo. El futbolista del Manchester City es el eje por el que pasa el equilibrio del equipo y, de paso, un arma monumental a balón parado. Hace de todo y todo lo hace bien. Si luego Pedri recuperase su mejor versión, la de antes de sus múltiples lesiones…

Pero como decíamos, el contar con Rodri es su mayor fortaleza en el terreno de juego. Eso y el tener a dos de los futbolistas con más desborde de Europa. Los extremos, como hemos señalado más arriba, son vitales en la generación de ocasiones de gol. Como titulares se presumen Lamine Yamal (Barcelona) y Nico Williams (Athletic). Ambos juegan a pierna cambiada, por lo que no se pueden esperar centros al área. Pero sí que rompan por cualquier lado, que encaren al rival, que desborden, que se cuelen dentro del área… y cuidado si tienen espacios para correr porque entonces serán gacelas imparables. 

Debilidades

Un mal endémico en España es el del gol. Lo ha sido siempre. Quizás, por esa manía de los grandes clubes de no disponer nunca de un delantero centro nacional. Claro que, en su defensa, habría que decir que cuando lo han tenido, no han aprovechado la oportunidad. Ahí está el caso del capitán, Álvaro Morata. Empezó como un tiro la temporada, pero ha acabado de nuevo siendo suplente en el Atlético de Madrid, con una pésima racha que le ha llevado incluso a ser silbado cuando se ha puesto la camiseta de la selección. Su suplente será el madridista Joselu, también habitual del banquillo en el cuadro blanco. 

Pero a pesar de la importancia de que los ‘9’ marquen goles, no importa tanto como la fragilidad defensiva. Porque en la selección ibérica pueden marcar otros futbolistas. Sin embargo, defender, eso ya es otro cantar.

Desde la retirada de Puyol y de Piqué, y la insistencia de no contar con Sergio Ramos, el eje de la zaga es un martirio. Tanto que se nacionalizó a dos franceses, Laporte y Le Normand, para que echaran una mano. Pero no ha funcionado. Por abajo viene empujando fuerte Pau Cubarsí, pero darle la responsabilidad a sus 17 años cuando apenas lleva unos meses en la élite lo mismo es demasiado. De ahí que haya sido descartado para que dispute los Juegos Olímpicos y que el entrenador haya vuelto a llamar a filas a Nacho, capitán del Real Madrid. También está Vivian, protegido de un De la Fuente que mira mucho, quizás demasiado, a su Athletic. Porque el nivel que dio este último cuando debutó, y luego en el amistoso ante la débil Andorra, fue para echarse a temblar. 

Once Ideal

Unai Simón; Carvajal, Le Normand, Laporte, Grimaldo; Rodri, Pedri, Mikel Merino; Lamine Yamal, Morata y Nico Williams. 

El 4-3-3 continúa siendo el dibujo más utilizado por el seleccionador español. Claro que tiene sus matices. Porque con la polivalencia de los interiores, se puede transformar sin inconvenientes en un 4-2-3-1. 

Lo que es fijo es que Unai Simón seguirá siendo el guardián de la portería. Es el que más seguridad le ofrece de entre David Raya y Álex Remiro, y el que más experiencia internacional posee.

En la zaga, tras las lesiones de Balde y de Gayà, la temporada de Grimaldo en el Leverkusen le tendría que hacer incontestable en el carril zurdo. Por la derecha, el dueño es Carvajal, por delante del ‘abuelo’ Jesús Navas. Las dudas, por aquello de las debilidades antes mencionadas, aparecen en la posición de central, con posibilidad de que Nacho entre por alguno de los franceses. 

En medio campo, sólo Mikel Merino podría discutir la titularidad de Fabián. Y si Pedri no arranca, otras opciones distintas pero igualmente compatibles podrían ser Álex Baena o el debutante Fermín. También podría retrasar a Dani Olmo u Oyarzabal, aunque eso sólo sería en caso de extrema necesidad ofensiva. 

Para los tres puestos de arriba, también los propios Olmo y Oyarzabal podrían actuar como falso 9 si Morata no carbura. Ferran Torres, que siempre muestra una buena relación con el gol, puede ser una buena alternativa para cualquiera de los tres teóricos delanteros titulares. 

La clave

España sigue con su tradición de no tener una gran estrella mundial que pueda deslumbrar por sí solo. No tiene, por ejemplo, un Mbappé del que depender y para el que jugar. Lo bueno de eso es que la fuerza está en el grupo, en que si sale uno, el que lo suple mantiene el mismo nivel. Y en un torneo como éste, cuando las piernas a final de temporada ya están muy cargadas, el contar con una amplia plantilla puede ser, conforme avancen las rondas, un factor diferenciador.

Predicción

Difícil siempre predecir qué va a pasar. Especialmente, cuando estás en el grupo de la muerte. Pueden pasar tres equipos a la segunda fase, pero es difícil ser uno de los mejores terceros con tanta igualdad. 

En todo caso, viendo que Italia no da muestras de llegar en su mejor momento y que Croacia sigue dependiendo mucho de lo que Modric sea capaz de generar de su chistera de mago, puede España tener una buena oportunidad para dar un golpe en la mesa y clasificarse como líder. Sin olvidar a Albania, la cenicienta de la primera fase y que lo mismo da un susto a cualquiera de las tres favoritas.

Además, los cruces no parecen tan peligrosos incluso acabando tercero. Lo menos que se le puede pedir es llegar a cuartos de final. Todo lo que no sea eso significará una enorme decepción.