Necesitaban los tres puntos para tener un pie en Alemania en el verano de 2024. Y lo consiguieron. El lunes, ante un Estadio de Francia repleto, la selección francesa pasó apuros contra Grecia. Sin embargo, mostraron determinación y compostura para ganar 1-0, de penalti

Un bloque bajo difícil de superar

Las banderas rojas, blancas y azules ondeaban el lunes por la tarde en Saint-Denis. En un ambiente especialmente ruidoso, el Stade de France coreó "Allez les Bleus" y "qui ne saute pas n'est pas Français" cuando los jugadores comenzaron su partido contra Grecia.

En los primeros minutos, los hombres de Didier Deschamps intentaron crear ocasiones, sobre todo por la banda derecha. Kingsley Coman entró en acción y llovieron algunos centros al área rival, pero no hubo verdadero peligro. Los griegos, bien agrupados en un bloque bajo, pudieron salir con algunos balones difíciles. Espoleados por Coman y sublimados por Kylian Mbappé, los balones se iban por la línea de fondo.

Atascados en el centro, los franceses carecieron de ingenio en torno a los 20 minutos. La batalla en el centro del campo resultó más dura de lo esperado, con un rival agresivo. Sin embargo, Randal Kolo Muani intentó abrir brecha con un remate de cabeza en el minuto 25.

Los griegos, con el uruguayo Gustavo Poyet dirigiendo desde el banquillo,  recuperaron algo de terreno después de eso, pero siguieron impidiendo que elequipo francés avanzara. Dayot Upamecano también lo intentó de cabeza a la salida de un córner en el minuto 34. Pero el balón cayó directamente en las manos del guardameta griego. El resto de la primera parte consistió en Mbappé lanzándose al área visitante. Todo fue en vano.

Poco espacio, un penalti

Tras la reanudación, los franceses intentaron adelantarse de nuevo, pero la defensa rival volvió a desbaratar sus intentos. Sin embargo, las cosas cambiaron en el minuto 50, cuando Antoine Griezmann recibió un golpe en la cara dentro del área griega. Mbappé lanzó el penalti, que en principio falló. Luego pudo volver a probar suerte (55') por la presencia de un jugador griego en el área. A la segunda no erró.

Después, los Bleus apretaron más. Gracias a las internadas de Kolo Muani por la derecha, fueron un poco más eficaces. Aun así, el juego francés no terminaba de cuajar. ¿La causa? La solidez de los visitantes, a pesar de la expulsión de Mavropanos (70').

Los disparos se intensificaron en los minutos finales. Desgraciadamente, los delanteros fueron incapaces de ver puerta, en parte por falta de puntería.