Es nuestra contracrónica, en la que hay un nombre que destaca por encima de todos.

Hey, Jude

Hay jugadores que están tocados por la varita de los dioses del fútbol. No hay duda de que uno de ellos es Bellingham. Antes del cuarto de hora de su estreno ya estaba levantando sus brazos como el Corcovado para que los seguidores de los Three Lions entonasen el famoso 'Hey, Jude'. Es el tercer goleador más joven de la historia de Inglaterra en anotar en una Eurocopa. Pero es la consagración definitiva de que su matrimonio con el gol tiene lazos muy fuertes. Incluso defendiendo a su país. Claro que habrá madridistas que digan que es porque también viste de blanco...

¿Y Foden y Kane?

El problema para Inglaterra es que Bellingham y Saka sí lucieron en Gelsenkirchen, al menos en la primera mitad, pero los ingleses se preguntan aún si Foden y Kane han ido para jugar o para pasar el rato de vacaciones. Al menos el capitán apareció una vez para rematar al larguero y otra para rechazar un tiro que hubiera detenido Pickford. Pero nada más. Si no aparecen todos a la vez, la candidatura al título baja muchos enteros. Por cierto, Alexander-Arnold y Rice, para crear juego, como que no. 

Ay, las lesiones

Si algo puede salir mal, todavía puede salir peor. Que se lo digan a Kostic y al sevillista Gudelj. El primero sufrió un tormento con Saka hasta que sus músculos dijeron basta. El segundo intentó frenar a Bellingham, se llevó la amarilla y además fue el peor parado. Cojeó desde su falta y ya no salió en la segunda mitad. 

A pelear, a un ring, dejen el fútbol tranquilo

Nos despertábamos este domingo con las divertidas coreografías grupales de los neerlandeses en Hamburgo. Pero se ve que hay energúmenos tocados de la cabeza que no entienden la diversión del mismo modo. Al que se acercó a ellos con un pico y un cóctel molotov le tuvo que disparar la policía alemana. Pero es que luego, en Gelsenkirchen, los radicales serbios buscaron a los hooligans para ver quiénes eran los más estúpidos. Sillas volando, bengalas volando de un lado a otro... y mientras, los seguidores de verdad y los ciudadanos de a pie, teniendo que huir por estos desgraciados. Unos cuantos dormirán en la cárcel. A ver si no salen en mucho tiempo.