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Portugal 2004: La mayor sorpresa de la historia de la Eurocopa: la de Grecia

Dan Vasiliu
Grecia celebra la victoria en la Eurocopa 2004
Grecia celebra la victoria en la Eurocopa 2004Profimedia
El 14 de junio comienza en Alemania la 17ª edición de la Eurocopa de fútbol. Hasta entonces, Flashscore le ofrece algunos de los mejores momentos de la historia de la Eurocopa.

La Eurocopa de 2004 ha pasado a la historia, sobre todo, por sus resultados sorprendentes.

Alemania, España e Italia cayeron eliminadas en la fase de grupos; Francia, anterior campeona, quedó apeada en cuartos de final por Grecia. El equipo anfitrión, Portugal, también tuvo una trayectoria inusual, perdiendo su primer partido pero llegando a la final.

Por primera vez en la historia de la competición, el partido inaugural lo disputaron los mismos equipos que llegaron a la final: Portugal y Grecia. En ambas ocasiones, Portugal fue derrotada. El triunfo griego fue el más inesperado de la historia, especialmente porque sólo se había clasificado para otras dos grandes competiciones futbolísticas, la Eurocopa de 1980 y el Mundial de 1994, en las que sólo logró un punto: un empate sin goles en la Eurocopa de 1980 contra una RFA a la que le bastaba un empate para ser primera de grupo.

Con semejante pedigrí, no es de extrañar que Grecia no figurara entre los favoritos, con cuotas previas al torneo de 80/1 para ganar el trofeo.

El ejemplo de Dinamarca

La primera gran sorpresa de la competición se produjo en el propio partido inaugural, cuando la anfitriona Portugal cayó derrotada por 2-1 a manos de los helenos.

Giorgios Karagounis marcó el primer gol de la Eurocopa 2004, antes de que Angelos Basinas doblara la ventaja desde el punto de penalti en la segunda parte, antes de que Cristiano Ronaldo marcara un gol tardío (90+3) que resultó ser un pálido consuelo.

"La selección de Dinamarca de 1992 es un gran ejemplo para nosotros", declaró Demis Nikolaidis, uno de los jugadores suplentes, antes del segundo partido de grupo contra España. "Hicieron cosas increíbles, aunque no eran ni mucho menos el mejor equipo. No creo que aquel equipo fuera mejor que el que tenemos hoy".

Grecia empató 1-1 con España y sólo necesitaba un empate en su último partido contra Rusia para sellar la clasificación.

El gol de Dmitri Kirichenko para los rusos a los 68 segundos sigue siendo el más rápido de la historia de la Eurocopa hasta la fecha, y el conjunto griego acabó sufriendo una derrota por 2-1. Sin embargo, la victoria por 1-0 de Portugal sobre España dio el pase al equipo de Otto Rehhagel, gracias a haber marcado más goles en el grupo (Grecia y España acabaron con cuatro cada una, pero los griegos tuvieron un goal average de 4-4 por el 2-2 de la selección española).

Un entrenador infravalorado

El alemán Otto Rehhagel fue el primer entrenador extranjero que llevó a una selección a la gloria en la Eurocopa, logrando convertir a un equipo mediocre en campeón continental.

"El Rey Otto" también llevó a Grecia a la Eurocopa 2008 y al Mundial 2010 antes de retirarse tras la eliminación en Sudáfrica. Previamente a asumir el cargo de seleccionador de Grecia en 2001, nunca había entrenado fuera de su Alemania natal.

No es de extrañar que su nombramiento como seleccionador nacional fuera recibido con mucho escepticismo entre los griegos, que no estaban convencidos de que un técnico que no conocía ni su fútbol ni su idioma pudiera dar resultados.

Pero era un técnico que se centraba más en los puntos fuertes de sus propios jugadores y menos en los del rival, y eso gustó a los futbolistas, que se adaptaron rápidamente a las exigencias del técnico alemán, que tras su éxito en la Eurocopa de 2004 fue nombrado ciudadano honorario de Atenas.

1-0 y un gol de plata

Grecia no era un equipo que entusiasmara mucho a los aficionados neutrales, pues su juego errático recordaba inmediatamente al catenaccio italiano. Pero la unidad de una escuadra dispuesta al sacrificio marcó la diferencia en los partidos eliminatorios, que terminaron todos con el mismo resultado: 1-0.

El capitán de Grecia, Theodoros Zagorakis, declaró al término del torneo: "Todos los que han saltado al campo han luchado a muerte". Francia (0-1) y la República Checa (0-1) lo sintieron de primera mano en cuartos de final y semifinales, respectivamente.

Los checos tuvieron incluso un toque extra de dramatismo, ya que su eliminación sigue siendo única en la historia del fútbol, al producirse tras el único "gol de plata" jamás marcado.

A diferencia de las dos ediciones anteriores, que terminaron con "goles de oro" en la final (si un equipo marcaba en la prórroga, el partido terminaba inmediatamente), la Eurocopa de Portugal introdujo la regla del "gol de plata", según la cual si un equipo marcaba en la primera parte de la prórroga y no empataba en el descanso, el partido terminaba.

El gol de Dellas en el minuto 105+1 supuso que los checos no tuvieran prácticamente ninguna posibilidad de remontar el partido, y Grecia se metió en una final inesperada contra Portugal.

El milagro

Tras perder el partido inaugural por 2-1, se esperaba que Portugal, que partía como gran favorita, saliera con la lección aprendida y se alzara con el trofeo.

Sin embargo, una vez más, el aluvión defensivo griego resultó impenetrable, pese a la evidente superioridad de jugadores como Luis Figo y Cristiano Ronaldo.

Con Deco molesto por el marcaje de Kostas Katsouranis, Portugal tuvo poca creatividad hasta que Rui Costa, en su última aparición internacional, entró en juego y creó un par de ocasiones.

Demasiado poco para anular el gol de Charisteas en el minuto 57, que, como en semifinales, llegó tras un saque de esquina, ya que los griegos dominaban casi a la perfección el arte del balón parado.

"Cuando el árbitro puso fin al partido, fue como si se apagaran las luces -otro punto en blanco en mi memoria- y la sonrisa idiota estuvo presente en mi cara durante no sé cuántos minutos. Momentos increíbles", recuerda para la página web de la UEFA el capitán Theodoros Zagorakis, nombrado "Jugador del Torneo" en aquella Eurocopa.

En cuanto al estilo de juego de Grecia, "nadie recordará 20 años después que este equipo era aburrido", declaró el defensa Nikos Dabizas tras la final.

Puede que aún lo recordemos, pero eso no quita mérito a un equipo que creyó en su fuerza de grupo y dio una de las grandes sorpresas de la historia del fútbol.

Equipo del torneo

Portero: Petr Čech (República Checa)

Laterales: Traianos Dellas (Grecia), Ricardo Carvalho (Portugal), Giourkas Seitaridis (Grecia), Gianluca Zambrotta (Italia)

Centrocampistas: Maniche (Portugal), Pavel Nedvěd (República Checa), Theodoros Zagorakis (Grecia)

Delanteros: Milan Baroš (República Checa), Cristiano Ronaldo (Portugal), Wayne Rooney (Inglaterra)