"Competimos contra selecciones (España, Italia y Croacia) que llegarán muy lejos. España no nos pintó la cara. Tiene muy buenos jugadores por dentro, como siempre, pero ahora tiene jugadores por banda que te matan. Es muy fuerte, con mucha velocidad y defiende muy bien. Se cierra perfecto", explicó el seleccionador.
"Mostramos tres o cuatro jugadores jóvenes muy buenos, que prometen mucho. El equipo se mostró organizado. Yo perdí muchas noches de sueño analizando a los rivales, pero valió la pena. Los jugadores lo dejaron todo y el país está orgulloso. Esto es un nivel muy alto, es bonito y hay que seguir trabajando", agregó Sylvinho.
"Dimos la cara, haber competido en un torneo así es oro para el futuro. Nuestra afición nos apoyó mucho, es un pueblo fanático y orgulloso. Cuando paseo en Tirana la gente está orgullosa del trabajo, es muy bonito. Trabajar en una selección te incorpora el país, es una mayor responsabilidad. Hace cuatro o cinco meses que no duermo bien", concluyó.
Los albanos dicen adiós a la Eurocopa sin haber podido ganar ningún encuentro, pero con la sensación positiva de haberse quedado no muy lejos del pase a octavos e incluso con opciones reales hasta última hora. El saldo es el siguiente: dos derrotas, un empate, tres goles a favor y cinco tantos encajados.