El Sevilla y Mendilibar, ante el reto de la Séptima
Cuando la Junta Directiva decidió destituir a Jorge Sampaoli, el Sevilla, allá por finales de marzo, estaba temiéndose lo peor. Acababa de superar al PSV en la competición europea, pero en LaLiga deambulaba por los puestos de abajo, jugando peligrosamente con el descenso. La apuesta fue la de contratar a Mendi, un técnico especialista en sacar lo máximo de equipos modestos.
Con pico y con pala, sin traje y con chándal, con un mensaje claro, diáfano y, por tanto, directo, y con sentido común, logró inculcar su idea en una plantilla que respondió con la machada de eliminar al Manchester United, primero, y a la Juventus, después. Mientras, en la competición doméstica, no sólo salía de la zona roja sino que a una jornada para el final, aún tiene opciones de alcanzar la séptima posición, que da acceso a la Conference League.
Si no es un técnico milagro, poco le falta al veterano entrenador quien sólo tenía dos partidos de experiencia en competición europea. Fue en la extinta Intertoto, hace casi 20 años, cuando dirigió al Athletic de Bilbao. Apenas dos partidos de una ronda previa que no superó.
La Séptima
La espina se la ha quitado ya Mendilíbar, que tiene ante sí, en su séptimo partido por el continente, la opción de sumar su primer título a su palmarés. Sería también la séptima del Sevilla en la Europa League, su competición fetiche.
La primera llegó en Eindhoven ante el Middlesbrough. La segunda, en Glasgow frente al Espanyol en los penaltis. La tercera, también en la tanda de penas máximas, en Turín contra el Benfica. La cuarta, en Varsovia frente al Dnipro. La quinta, en Basilea ante el Liverpool. Y la sexta, hace ya tres temporadas, en Colonia, sin público por el Covid19, al Inter.