Francia, anfitriona del torneo, eliminó el viernes a Argentina para vengarse de la derrota sufrida en la última final de la Copa Mundial, en una amarga rivalidad alimentada recientemente por un vídeo de jugadores argentinos dirigiendo cánticos calificados de racistas a jugadores franceses.
Pero el triunfo, gracias a un gol de Jean-Philippe Mateta en el minuto 5, se vio empañado instantes después del pitido final, cuando las celebraciones francesas frente a los jugadores argentinos desembocaron en una breve trifulca en la que Millot vio la tarjeta roja.
"No estoy de acuerdo con lo que pasó al final", declaró Henry a la cadena argentina TyC Sports. "Uno de mis jugadores vio la tarjeta roja y no lo acepto, no debería pasar. Fui a darle la mano a (el seleccionador argentino Javier) Mascherano y, cuando me di la vuelta, había sucedido".
Al margen de los problemas, Henry elogió a su homólogo argentino Mascherano tras un reñido partido en el que los sudamericanos presionaron en busca del empate, pero acabaron siendo contenidos por la zaga francesa.
"Intentamos jugar entre líneas, pero fue muy difícil", declaró el ex internacional francés.
"Argentina tenía la posesión y nosotros jugábamos al contraataque. El gol llegó rápido, no quiero decir que eso nos asustara, pero tuvimos que esperar más. Eso no es tan fácil".
Francia jugará el lunes contra Egipto por un puesto en la final, en un intento por ganar su primera medalla de oro olímpica en 40 años.