No pudo ser con Samu Omorodion porque en el Chelsea se echaron atrás. Tras los 60 millones de euros que pagaron por Pedro Neto, no quisieron pagar otros 40 por un joven talento, campeón olímpico, pero que apenas lleva un año en la élite, y cuyo rendimiento fue de más a menos en su cesión al Alavés.
Pero cambiando en la ecuación el nombre del delantero español por el de Joao Félix, y aunque haya que poner sobre la mesa 10 millones fijos más, además de otros 10 en diferentes variables, la negociación con el Atlético de Madrid se ha podido desbloquear.
De este modo, con el portugués habiendo pasado ya el reconocimiento médico con el cuadro londinense, Gallagher tenía permiso para volar para la capital de España. Y ha sido esta noche, pasadas las 21 horas cuando ha aterrizado.
En teoría, será este miércoles cuando estampe su firma como rojiblanco y se pueda poner, con una semana de retraso, a las órdenes de Simeone.