El juego dinámico y agresivo de los equipos de Hansi Flick

Publicidad
Publicidad

Así juegan los equipos de Hansi Flick, nuevo entrenador del Barça

Hansi Flick, entrenador alemán
Hansi Flick, entrenador alemánAFP
El Barça apuesta por renovar. Hansi Flick se topa con una plantilla golpeada tras pasar la temporada en blanco.

Hansi Flick (59) es el nuevo entrenador del FC Barcelona. El alemán, que lleva desde hace unos días hospedado en el Paseo de Gracia de la Ciudad Condal, se encargará de tomar las riendas de un club que tendrá que competir contra el Real Madrid y el Atlético por LaLiga EA Sports y que espera recuperar su protagonismo en la Liga de Campeones. 

Flick es un entrenador que promueve dos conceptos: la posesión y, en especial, la presión. Su Bayern era un equipo físico, potente y que ahogaba a los rivales con un bloque alto. Además, arriba potenciaba las acciones directas gracias a la participación de un ariete efectivo (Lewandowski) y de dos carrileros veloces y con buen regate (Sané y Coman). 

En general, su formación favorita es el 4-2-3-1 (con la selección alemana inventó con una línea de tres que más adelante le pasaría factura). En el Bayern, los centrales tenían un rol particular: David Alaba, actual defensor del Madrid, era el encargado de sacar la pelota desde atrás. Al ser zurdo, manejaba los dos perfiles y era rápido. Boateng, desde otra perspectiva, era el hombre del juego aéreo y del uno contra uno. Kimmich, en algunos casos recuperador, en otros lateral derecho (sin Kimmich Pavard ejercía como lateral), era otro 'jefe' de la última línea y Davies, mientras tanto, cumplía un rol más ofensivo y de llegada.

Una línea de volantes versátil

Kimmich, como se ha mencionado, era un líder (es) de la defensa del Bayern. Como centrocampista, circulaba el balón y potenciaba la salida. Goretzka, un jugador más físico, potente y fuerte, hacía el "trabajo sucio" y le daba una mano a Kimmich en los balones aéreos. 

Arriba, Coman y Sané se movilizaban con un estilo directo. Aunque usaban de vez en cuando los regates la instrucción era simple: pelotas largas. Centros cruzados hacia Lewandowski o Müller. Profundidad y balones atrás. Desborde y desequilibrio. Müller, como siempre, era una especie de 'falso nueve'. Alternaba con Lewandowski su posición. Engañaba a las defensas y, con su inteligencia, generaba peligro. Cuando no era Müller, Coutinho, cedido por el Barça, era el creativo. 

El delantero, Lewandowski, vivió su mejor temporada en el Bayern bajo las órdenes de Flick. El polaco ganó el sextete. Fue determinante en la UEFA Champions League y, por culpa de la pandemia, se quedó sin un Balón de Oro que terminó siendo criticado al año siguiente.