El Real Madrid sólo obtuvo un punto de su visita al Mallorca, una plaza que se presentaba complicada a pesar del cambio de ciclo por la salida de Javier Aguirre y la llegada de Jagoba Arrasate. El acierto de Rodrygo Goes, que firmó un bonito tanto en la primera mitad, dio cierta tranquilidad a un plantel que no tuvo la intensidad suficiente a la hora de defender en la acción del empate (obra de Vedat Muriqi en un saque de esquina).
Hay una pregunta que está en el aire desde antes de que Kylian Mbappé se incorporara al cuadro merengue: ¿cómo va a encajar con Vinicius Júnior si los dos acostumbran a ocupar la misma posición? Tanto el galo como el brasileño se encuentran muy cómodos en el extremo izquierdo y es evidente que se antoja necesario que uno de los dos renuncie a su demarcación fetiche. La otra alternativa, ya vista en este inicio de curso, es la movilidad y el intercambio permanente.
Ambos parecen tener una gran relación dentro y fuera del césped, con gestos de complicidad que alimentan la ilusión del aficionado merengue. No hubo conexión directa en el tanto que anotó el francés ante la Atalanta, pero ya han compartido jugadas en campo rival y están llamados a hacer grandes cosas juntos. En esta relación hay que incluir también al ex del Santos y a Jude Bellingham, un centrocampista con más remate que algunos arietes.
"Se cambian la posición"
Lo cierto es que apenas son dos encuentros en esta nueva etapa, condicionada por la presión debido a las expectativas que hay en torno a una entidad dominante en España y en Europa. El listón está altísimo tras los éxitos cosechados en la temporada anterior: desde el título liguero con una superioridad aplastante respecto al Barcelona hasta la Champions, con eliminatorias de primer nivel ante Manchester City y Bayern de Múnich en cuartos y semifinales, respectivamente.
Mbappé y Vinicius tendieron a ocupar un mismo espacio en infinidad de ocasiones durante el partido en tierras insulares, algo que refleja el mapa de calor de cada uno de ellos. Son los ejemplos más claros, pero no son los únicos (Bellingham, que se desplaza por casi todas las zonas del campo, y Rodrygo, siempre asociativo, también se movieron por esa misma banda en ciertos tramos). El overbooking fue real, aunque el talento y las victorias pueden ayudar a ocultar estos problemas.
Carlo Ancelotti hizo referencia a esta cuestión en la rueda de prensa posterior al choque. "Se cambian la posición de vez en cuando. A veces Mbappé más por dentro, a veces Vini. Esa posición la tiene que ocupar uno de los dos sin un plan particular. Depende de cómo se sienten los dos". Así, el italiano cedió la responsabilidad a sus estrellas, quienes tendrán que comunicarse constantemente para evitar esta situación.