Era una de las grandes promesas de la cantera blanca, a la que llegó cuando tenía siete años, en 2012, y eso llamó la atención de varios clubes, entre ellos el Milan, que consiguió su cesión el pasado verano, en principio para jugar en el Juvenil y en el Primavera, su equipo filial. 

Su rendimiento fue tan positivo que incluso disfrutó de varios partidos oficiales con el primer equipo. Un hecho que confirmó la apuesta milanista por él y que hizo que comunicaran al Real Madrid su intención de quedárselo en propiedad. 

Finalmente, antes de concluir oficialmente la temporada, ambos clubes han informado del acuerdo para su traspaso. 

Como suele ocurrir en estos casos, viendo que en el primer equipo no hay sitio para él con Carvajal y Lucas Vázquez, el Real Madrid no ha querido frenar su progresión, pero al mismo tiempo se ha guardado unos derechos para repescarlo en caso de que así lo decida en el futuro.

"El Real Madrid quiere expresar su agradecimiento y su cariño a Álex Jiménez y le desea mucha suerte a él y a toda su familia en esta nueva etapa", ha anunciado como despedida.