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Endrick se topa con una dura realidad en el Real Madrid

César Suárez
Endrick, junto a Mbappé en un entrenamiento
Endrick, junto a Mbappé en un entrenamientoSergei Gapon / AFP
Endrick (18) llevaba esperando dos años para incorporarse al Real Madrid. Lo ha hecho como internacional absoluto con Brasil, siendo importante además, y con dos Ligas brasileñas en su palmarés. Pero nada más sumarse a la plantilla blanca se ha dado de bruces con la realidad.

Porque una cosa es saber que necesitará un período de aclimatación, incluso de aprendizaje del fútbol español. Que se lo digan si no a Vitor Roque, que ya no le sirve al Barça después de haberle visto entrenar sólo seis meses y tras haber invertido, de momento, 30 millones de euros. Hay otros 30 en variables que no parecen que se vayan a abonar.

Endrick también tenía las referencias de Vinicius y de Rodrygo, que llegaron con un año de diferencia al Bernabéu. Y en menor medida, de Reinier, engullido por la competencia y la falta de oportunidades en Europa. Sabía, además, que su llegada coincidía en el tiempo con la del deseado Mbappé, que iba a jugar de 9 porque no hay más espacios. 

Pero lo que no esperaba en absoluto es que se hayan jugado ya dos encuentros oficiales y en ambos se haya quedado sin jugar. En la Supercopa de Europa es habitual que Ancelotti premie a los que se ganaron el derecho de jugar la competición. Pero esperaba que en LaLiga, y más en un día desafortunado en ataque de sus compañeros, Ancelotti se acordase de él. 

No ocurrió así. Tiró ante el Mallorca, aunque tan solo unos minutos, de Brahim y de Güler, otro que también pasó por la misma escasez de oportunidades en su primer año en la Casa Blanca. 

Estadísticas de Endrick antes de su llegada al Real Madrid
Estadísticas de Endrick antes de su llegada al Real MadridFlashscore

Esperando una oportunidad... pronto

Endrick espera que la situación cambie más pronto que tarde, y que empiece a tener oportunidades. De lo contrario, su progresión de crack se frenará, perderá su lugar en la Canarinha y quién sabe qué más. En el vestuario lo miman y lo cuidan, pero no será suficiente si con el paso de las jornadas sigue sin jugar regularmente. 

Su problema, que Ancelotti es de ideas cerradas. Mbappé y Vinicius son intocables. Rodrygo, casi, como demostró el año pasado cuando pasó por varias malas rachas. Y luego están, por este orden, Brahim, Güler y él. Es el sexto delantero y eso le deja con muy pocas opciones, incluso teniendo que jugar más de 70 partidos esta temporada.