Es real que el Barça quiere el subcampeonato y la Supercopa (2-0)
Si el Barcelona quiere la segunda plaza, y los muchos millones de euros que supone el estar en la Supercopa, no puede presentarse como lo hizo este lunes ante poco más de 35.000 espectadores. Excepción hecha de Lewandowski, que corrió como un juvenil para recuperar balones y activar a los suyos. Porque el comienzo del encuentro y el devenir de la primera mitad fue de dominio claro txuri-urdin. Aunque fuese Yamal quien abriera el marcador. Eso llegó en el 39'.
Antes, con tres centrales, con Oyarzabal y Brais como interiores, y con Becker y su velocidad esperando solitos arriba, Imanol provocó un cortocircuito que permitió recuperar muchos balones y generar espacios para las carreras del neerlandés. Hasta en cuatro ocasiones se presentó solo ante Ter Stegen, pero en la primera y la última remató muy mal, y en las dos del medio, las acciones, incluido un gol, fueron anuladas por falta y fuera de juego, respectivamente.
El Barça sufría, llegaba tarde a la presión y no le duraba la posesión. Pedri estaba perdido en pases inocuos y tuvo que aparecer por fin Gündogan para comenzar a ver a Remiro de cerca. El alemán se asoció con Yamal en el área y sólo Pacheco, metiendo la puntera en el último segundo, evitó el remate del extremo en boca de gol.
El gol de Lamine Yamal
Fue un aviso para la Real, que tenía el balón, pero carecía de mordiente, renunciando incluso a algún ataque sólo por no arriesgar. Eran, realmente, dudas que comenzaban a resquebrajar su sistema, y que aprovechó Raphinha para cerrar una contra estrellando un balón en el palo. En el siguiente ataque llegaría el 1-0, firmado por Yamal tras una asistencia de Gündogan. Gran parte del gol fue de Lewandowski con el pase que filtró desde la línea divisoria al germano.
Esa diana y algunos ajustes más hicieron que los culés comenzaran la segunda mitad con otro aire. Ahora ellos hacían perder balones a la Real. Raphinha era el más incisivo con dos disparos desde la frontal que provocaron el huy en las gradas, sobre todo con el segundo, en el que obligó a volar a Remiro.
Sufrían los donostiarras, pero con su calidad, alguna oportunidad podían tener. Y llegó con Brais Méndez vistiéndose de Messi para quitarse de en medio con un amague a tres defensas... y perder el superpoder al definir, que parecía lo más sencillo. También Kubo, recién incorporado, probó los guantes de Ter Stegen. Nada más.
Remiro, qué portero
Pero para prueba, la de Ferran. A los dos segundos de haber sustituido a Lewandowski, a quien no le sentó bien el cambio, Remiro tuvo que estirar al máximo su brazo izquierdo para evitar el segundo. Qué remate del valenciano y qué paradón del navarro.
Con la Real sin renunciar al empate, más por lo corto del marcador que por juego, el Barça tuvo ocasiones mil para sentenciar, pero siempre eligió mal. Tuvo que ser de penalti por una mano de Odriozola cuando Raphinha anotó el 2-0 para irse por fin a dormir tranquilos con la segunda plaza en el bolsillo.
Jugador Flashscore del partido: Lamine Yamal (Barcelona).