La directiva rojiblanca tomó una decisión contundente: entre Félix y Simeone, Simeone. El entrenador le ha brindado muchas alegrías al Atlético de Madrid: Ligas, Copas del Rey, Supercopas de Europa, finales de Champions...Félix, en cambio, ostenta de un título en su palmarés defendiendo la camiseta colchonera: LaLiga del 2021 en donde un gran Luis Suárez eclipsó su papel en el dibujo táctico del club.

Félix continúa perdiendo importancia. Su relación con Simeone está rota. Su vínculo con la afición rojiblanca, desconectado. Ni el jugador quiere seguir en la plantilla ni los aficionados pretenden que él se quede. El problema que impide su salida del Metropolitano es uno: no existen ofertas formales.

El Barça ha sido enfático en su pocisión: sin salidas, no hay fichajes. Laporta no quiere más líos con el fair play financiero. Joao Félix, sea en condición de préstamo o traspasado, supone un esfuerzo económico importante. Su rendimiento en las últimas temporadas, sin embargo, impide que la gestión sea sencilla. Existen dudas en cuanto a la regularidad del jugador y a su influencia en el equipo.

En este punto, Joao Félix es un drama, un problema y un descarta que mancha el amanecer de LaLiga del Atlético de Madrid. Los rojiblancos realizaron una pretemporada interesante: vencieron al Manchester City en un amistoso y destacaron por su efectividad en ataque. En el torneo doméstico, ante el Betis, regresó la falta de profundidad.

¡Qué paradoja! Mientras que el Atleti necesita gol, Félix requiere un equipo que apueste por él. Que le brinde confianza y que lo trate como una mini superestrella. Él sigue siendo 'El menino de oro' y el Atleti sigue siendo el Atleti. La pelea es evidente y sólo puede existir un ganador.