Míchel Sánchez (48) afronta el partido ante el Real Madrid con la sensación agridulce de tener que verlo desde uno de los palcos del Santiago Bernabéu. Así se ve mejor el fútbol, pero todo entrenador quiere estar cerca de sus futbolistas, especialmente en un encuentro tan importante como el de este sábado (18h30 CET). Y el principal responsable de que el Girona siga soñando con el título no es ninguna excepción.
El designado como entrenador del mes de enero en LaLiga EA Sports -su tercer galardón en este curso- reconoce que la victoria daría "una repercusión tremenda", aunque insiste en la idea de que los suyos no serán "candidatos a la Liga" por ganar en el fortín blanco. (se pondrían líderes con un punto sobre su próximo rival). "Sería derribar muchas barreras y no creo que sea justo tener esta exigencia", agregó.
"Queremos acabar haciendo historia de verdad, manteniendo los pies en el suelo", apuntó Míchel, quien pone el foco en participar en competiciones europeas, lo que sería "un sueño". Sin lugar a dudas, los catalanes tienen un buen puñado de motivos para pensar en ello, concretamente en la Liga de Campeones, ya que tienen margen de sobra respecto al Athletic Club de Bilbao (11 tantos) y la diferencia es abismal sobre la Real Sociedad (19).
Preguntado por la figura de Carlo Ancelotti y lo que espera del trascendental encuentro, el ex de la Sociedad Deportiva Huesca comentó lo siguiente: "Es un entrenador con muchísima experiencia que conoce a la perfección a su equipo. Tenemos que disfrutar y prepararnos mentalmente para sufrir, especialmente en defensa. La clave para vencerles es que ellos estén por debajo de su nivel y hacer un partido perfecto".