Pero lo que tiene ahora es mucho dolor por cómo se sintió tratado en Can Barça, donde no encontró su sitio. "Tuve algunas oportunidades, pero no de la forma que pensaba. Pensé que iba a ser diferente", ha reconocido en su país.
A Tigrinho le cortaron las 'zarpas' como azulgrana, pero espera recuperarlas pronto. "Ahora estoy centrado en el Betis y agradeciendo a Dios la oportunidad de volver a vestir la camiseta de la selección".
Sin embargo, sabe que tiene que aprender, seguir madurando y mejorando su nivel deportivo y también mental. "Siempre fui a terapia, siempre tuve un entrenador mental, desde los 16 años, que también pasé por algunos obstáculo y me ha ayudado mucho a superarlos. Estar en Europa es muy difícil. Salí muy joven y enseguida me fui a un gran club", ha explicado incluso reconociendo que en algún entrenamiento llegó a llorar.
Todo eso lo quiere dejar atrás y centrarse en la Canarinha sub20 y en el Betis, equipo que ha apostado por él y en el que podría seguir, además de ésta, otra campaña más como cedido.