El gran dilema del Madrid: ¿Esperar o no a Mbappé? ¿Confiar en él o no? ¿A qué está jugando?
Muchas preguntas flotan en torno al culebrón Mbappé que, sin esperarlo, nos va a acompañar durante un verano más. Se sabe que no va a renovar con el PSG, porque así lo ha notificado él mismo a su actual club, y quedará libre en 2024 (aunque se hiciese una foto con una camiseta en la que ponía 2025 cuando renovó) y se sabe, supuestamente, que le gustaría jugar en el Real Madrid. Sin embargo, las contradicciones y el doloroso rechazo de hace un año, siembran muchas dudas en su posible entidad de destino.
Al parisino le gusta regatear también fuera del campo. Después de confirmar que no renovará en 2024, desmentía en un tuit la información de Le Parisien (periódico muy vinculado a la propiedad qatarí) según la cual querría fichar por el Real Madrid este mismo verano. En el Madrid se preguntan, una vez más ¿a qué está jugando Mbappé?
El desmentido, según algunos dirigentes del Madrid, no venía a cuento. Ya no saben si se trata de una estrategia o si su idea es quedar libre en 2024 para cobrar la enorme prima de fichaje que iba a percibir el verano pasado pero, si fuera así ¿el PSG permitiría que se llevase el dinero el jugador en vez de sacar una buena tajada por él vendiéndolo en el actual mercado estival? Otra pregunta que viene a cuento es cómo encajaría el atacante una temporada en el Parque de los Príncipes con una afición que, a buen seguro, le reprocharía su negativa a continuar en París.
El Madrid se encuentra en una encrucijada y el debate interno es intenso porque todo depende de Mbappé, un chico que ha demostrado no ser muy de fiar. Si la operación se hiciese este verano el problema del 9, aunque llegaría un acompañante, estaría resuelto pero si no es así ¿debería contratar un delantero centro de transición hasta que el galo firme su contrato? ¿se puede fiar el Madrid de la palabra de un futbolista que ya se la jugó en una ocasión? Las piezas no encajan.
En este caso concreto, toda la gestión la lleva, personalmente, el presidente, con la ayuda de José Ángel Sánchez, y suya será la decisión a tomar. Si se ficha a Kane, con Bellingham ya contratado, la tesorería no estaría para muchas alegrías y gastar muchos millones el próximo verano podría descuadrar las cuentas, algo que el máximo dirigente lleva a rajatabla y que no permitiría.
Florentino quiere a Mbappé a pesar de su última “traición” porque sabe que es un futbolista estratégico a todos los niveles (deportivo y comercial) y porque el chico le ha mostrado arrepentimiento a nivel personal, pero el dinero, aunque el Madrid está saneado económicamente, no se estira como un chicle y no llega para todo. La cuestión es clave porque marcará el futuro del Real Madrid en los próximos años. El problema es que cuando todo depende de una persona cuya voluntad y comportamiento son tan inestables todo es más complejo, y eso es lo que realmente preocupa en Valdebebas.