Cuando los ultras mandan: así han arrinconado a Marcelino en el Marsella
Este martes por la mañana, el diario L'Equipe informó de que Marcelino García Toral anunció a sus jugadores que iba a abandonar el club al que llegó este mismo verano boreal.
Pero no solo el futuro de Marcelino está en el aire. Según Eurosport, el presidente del club, Pablo Longoria, podría renunciar tras haber recibido "amenazas de muerte" durante una reunión que mantuvo el lunes con ultras de la entidad.
La AFP no pudo confirmar ninguna de estas dos informaciones, pero una fuente cercana a la entidad explicó que se estaba llevando a cabo una reunión de urgencia en La Commanderie, el centro de entrenamiento del Marsella.
Este escenario fue el mismo del encuentro que mantuvieron el lunes por la noche la dirección del club y responsables de los grupos de aficionados. Una persona que participó en ella la calificó como "muy tensa", si bien desmintió que hubiese amenazas de muerte, tal y como informó Eurosport España.
La grada dicta sentencia
Descontentos con los resultados, el juego del equipo y, de manera más general, con la política deportiva del club, los seguidores reclamaron la dimisión de toda la junta directiva que preside Longoria, así como de sus colaboradores más directos, (Javier Ribalta, director de fútbol; Pedro Iriondo, director general; y Stéphane Tessier, director financiero.
La crisis ha estallado en Marsella menos de dos meses después de iniciarse la temporada.
Llegado al club para sustituir al croata Igor Tudor, el ex de Valencia o Athletic Club, amigo personal de Longoria, no logró clasificar al equipo para la fase de grupos de la Champions tras caer en la tercera ronda de la previa por el Panathinaikos.
Por otro lado, en la Ligue 1 ocupan la cuarta jornada gracias a los nueve puntos sumados en cinco jornadas, aunque todo ello condicionado por, sobre todo, un juego muy pobre.
El pasado domingo, tras empatar sin goles ante el Toulouse en el Vélodrome, el equipo y el técnico fueron despedidos con una gran bronca por parte de los hinchas, que invitaron a los jugadores "a sudar la camiseta o marcharse".