FlashFocus: Marcin Bulka, un Lamborghini roto, el cumpleaños de Neymar y un traspaso

"¡Pero si es buenísimo!" - es la frase más repetida por quienes le ven en directo por primera vez. El propio Bulka declaró en una ocasión que heredó de sus familiares su predisposición, su altura y su físico (198 cm): "Nos reímos diciendo que es una tradición, porque mi abuelo era portero, mi tío también y ahora yo". Sin embargo, demos un paso atrás por un momento, y vamos a la época en la que Marcin estaba creciendo.

Del campo a las grandes metrópolis europeas

2.500 habitantes tiene Wyszogród, la ciudad natal de Marcin Bułka. Qué casualidad que el nombre de la localidad derive del polaco antiguo y haga referencia a su posición elevada respecto al río en Góra Zamkowa y signifique "castillo alto". Fue con los colores del Stegna local cuando Bułka dio sus primeros pasos en el fútbol a la edad de ocho años, aunque debido a sus habilidades y condiciones físicas, siempre estuvo en equipos destinados a jugadores dos o tres años mayores.

Después pasó a la Escola Varsovia, filial de la famosa La Masía de Varsovia (la escuela con la que el Barça tiene un acuerdo de cooperación en la capital polaca), y tras algunos préstamos estuvo a prueba en el Chelsea y en el propio Barcelona. Causó una gran impresión en España, pero en lugar de un contrato, los responsables del club le ofrecieron más pruebas. Fue entonces cuando se reveló el carácter del jugador, que decidió que en ese caso le convendría una oferta más en firme de los blues.

De Londres a París

En su primera temporada en Stamford Bridge, se proclamó campeón de la Premier League sub-18 con su equipo, logro que repetiría más adelante. También llegó a debutar en un amistoso con el primer equipo del Chelsea, pero a pesar de su buen momento de forma, los propietarios optaron por incorporar a la primera plantilla a Kepa Arrizabalaga por una cifra récord de 80 millones. El polaco dijo que su tiempo en Londres había terminado, se negó a prolongar su contrato y firmó uno nuevo, con el Paris Saint-Germain.

El Lamborghini

Allí, sin embargo, la competencia fue aún mayor, ya que Bulka se encontró con siete guardametas, entre ellos Keyor Navas, Sergio Rico y Gianluigi Donnarumma. El polaco sólo jugó dos partidos, pero ascendió rápidamente en la jerarquía del vestuario gracias a su personalidad abierta y accesible. En 2020, fue invitado por Neymar al club parisino Yoyo, donde el brasileño celebró su 28º cumpleaños junto a otras estrellas del club como Marco Verratti, Mauro Icardi, Edinson Cavani o Memphis Depay.

Unas semanas más tarde, Bulka quiso llevar parte del lujo parisino a su ciudad natal, Wyszogród, lo que estuvo a punto de acabar en tragedia. Las carreteras comarcales polacas son demasiado estrechas y, conduciendo un Lamborghini, durante una maniobra de adelantamiento, chocó frontalmente con un Hyundai que venía en sentido contrario. Bulka salió ileso del accidente, mientras que el otro conductor sufrió varias fracturas. El coche de alquiler, valorado en más de 200.000 euros, acabó en el desguace.

Exilio en la Costa Azul

A su regreso a la capital francesa, Bulka fue cedido a clubes de segunda división: primero al Cartagena en España y luego al Châteauroux en Francia. Como era de esperar, no desempeñó un papel importante en ninguno de los dos clubes, a lo que contribuyó en gran medida su lesión en el tobillo.

Ante la perspectiva de tener pocas oportunidades en el PSG, buscó un nuevo club, y acabó cedido en el Niza. Sin embargo, allí también tuvo una gran competencia. Primero con Walter Benítez y después con Kasper Schmeichel. Bulka admitió en una entrevista con Kanal Sportowy que la lucha con el danés no fue del todo justa, pero afortunadamente para él, este último abandonó rápidamente el equipo:

"Tuve conversaciones con el entrenador (Lucien Favre), que me dijo que si estuviéramos en el Borussia Dortmund, yo sería el número uno. Más bien, intento no discutir en el vestuario ni tampoco con los directivos. Podría decir muchas cosas, pero prefiero no hacerlo porque podría meterme en problemas".

Después de estas declaraciones, el polaco alcanzó la titularidad y no volvió a ceder su puesto. Bulka tuvo actuaciones brillantes, se ganó la simpatía de la afición y encadenó una racha de 748 minutos sin encajar un gol. Su partido decisivo fue contra el Mónaco la temporada pasada, cuando detuvo dos penaltis lanzados por Folarin Balogun y su equipo ganó el derbi de la Costa Azul gracias al gol de Bogi en las postrimerías del encuentro.

Sus dos paradas determinantes merecieron la felicitación en Instagram por parte de Thibaut Courtois, con quien entabló amistad cuando estaba en el Chelsea. Desde entonces, ha mantenido el contacto.

Resulta que el belga no sólo da consejos a su colega, sino que también le recomienda al Real Madrid como su sucesor. De momento, el polaco está en el punto de mira de otros grandes clubes, como el Atlético de Madrid o el Inter, y, debido a la relación con el Niza, también del Manchester United. Su futuro estará sin duda bien cuidado por Pini Zahavi, uno de los mejores agentes del mundo.

Competencia en la selección polaca

Durante años, Łukasz Skorupski ha estado a la sombra de un gran portero en Polonia. Primero Lukasz Fabianski puso fin a su carrera con la selección, y después Wojciech Szczęsny. Justo cuando el guardameta del Bolonia pensaba que había llegado su hora, apareció un audaz competidor.

En efecto, Bulka no va a reconocer fácilmente la jerarquía existente y pretende luchar por un puesto entre los tres palos del combinado polaco. En una conversación al respecto, admitió que con él el equipo no pierde (dos victorias y un empate). Por ahora, el seleccionador Michał Probierz recurre a la rotación, pero aún no se sabe quién será el portero en los próximos partidos de clasificación para el Mundial de 2026.

Marcin Bulka, por ahora, está encontrando perfectamente el equilibrio entre la vida de una estrella y la de un chico normal. Disfruta del lujo, pero no se deja llevar por las lecciones que ha aprendido. Merece la pena seguir de cerca su carrera, ya que pronto podría convertirse en el mejor portero del mundo. Y si quieres preguntarle algo, hazlo en X: hay muchas posibilidades de que te responda, como hace cuando se enzarza en discusiones con otros aficionados.