‘Dixie’ Dean, un héroe del pasado que plantea a Haaland un récord de dimensiones bíblicas
Justo en el momento en el que Haaland marcaba su gol 51 en el presente curso entre todas las competiciones y superaba los 34 de Andy Cole (51) -Newcastle en la 1993/94- y Alan Shearer (52) -Blackburn Rovers en la 1994/95-, la realización de la Premier League le recordaba que aún estaba lejos del récord absoluto de 63 establecido por ‘Dixie’ Dean en la campaña 1927/28.
Seguramente no pretendían menoscabar el hito alcanzado por el noruego, sino destacar el talento ofensivo de un adelantado a su tiempo cuya marca se mantiene imbatible casi 100 años después. Aún así, lo cierto es que le pusieron un nuevo objetivo al ‘cyborg’, un depredador insaciable ávido de perforar redes rivales.
De los 63 tantos del jugador del Everton, 60 llegaron en la entonces denominada First División, por lo que es un hecho que el jugador nórdico del Manchester City no los va a alcanzar esta temporada. Necesitaría cinco por encuentro en lo que resta de Liga.
Aún más difícil será alcanzar su plusmarca en año natural durante aquél mágico 1928. El de Birkenhead batió a los porteros contrarios nada menos que en un total de 85 ocasiones, solo por debajo de los 91 de Leo Messi (35) en 2012.
Una buena razón para que Haaland, que en su primer año en Inglaterra sólo ha necesitado 31 para pulverizar un récord para el que se necesitaron más de 40, mantenga el hambre de cara al futuro y no reduzca su nivel competitivo.
Razón contra pasión
“La gente me pregunta que si alguna vez alguien romperá mi récord de 60 goles, pero sí, creo que alguien lo conseguirá. Solo un hombre podrá hacerlo, aquél que camina sobre el agua. Es el único que podrá hacerlo”, dijo en una ocasión Dean al ser cuestionado sobre la posibilidad de que otro jugador pudiese superarle en algún momento.
Fueron las palabras del que se siente intocable, de quién se mueve por el mundo sabedor de que no hay nadie mejor que él. Su fe únicamente le permitía pensar que sólo alguien en contacto con la divinidad era capaz de igualar o mejorar sus gestas. No le guiaba la razón, sino una pasión que le condujo a sumar 349 dianas en 399 apariciones, incluidos 37 hat tricks, con el Everton, el equipo al que le entregó su vida.
Cuando decimos que les entregó a los ‘Toffees’ hasta su último aliento lo hacemos desde el punto de vista más literal posible. Y es que el bueno de Bill falleció el 1 de marzo de 1980 en la grada de Goodison Park. Se encontraba presenciando el derbi de Merseyside contra el Liverpool y su corazón no resistió la emoción de ver a los suyos contra el eterno rival, por lo que terminó parándose en el lugar en el que fue más feliz.
Respetado por todos
Dean formó parte de los primeros 22 futbolistas que entraron en el ‘Hall of Fame’ del fútbol inglés en 2002. No sorprende teniendo en cuenta la admiración que le profesaron hasta sus más directos rivales: "Él pertenece al grupo de los mejores. Debería estar con Beethoven, Rembrandt y Shakespeare”, aseguró en su día el legendario entrenador del Liverpool Bill Shankly.
Su calidad estaba por encima de toda duda. No encajaba en el tiempo que le había tocado vivir, lo que le confería una superioridad casi mística. Así lo entendió el Everton, que le pagó 3.000 libras al Tranmere Rovers en 1925 para ficharle. Fue uno de los mejores movimientos de su historia. Le disfrutaron durante 10 años y le recordarán durante toda la eternidad.
Para que a nadie se le ocurra olvidarle, su estatua preside una de las entradas de Goodison Park. Los aficionados siguen rindiéndole homenaje cada vez que la visitan y en ella se puede leer una inscripción que le define a la perfección: 'Footballer, Gentleman, Evertonian’ -Futbolista, Caballero, Evertonian-.
Aún así será difícil borrar su recuerdo teniendo en cuenta los episodios que protagonizó. Dos veces estuvo a punto de dejar el fútbol. Primero, según relata la leyenda, tras perder un testículo a causa de una entrada durante un partido. Después, por un accidente de moto recién fichado por los ‘Toffees’ que casi le cuesta la vida.
Se dice sobre él que fue el primer delantero en llevar regularmente el ‘9’ a la espalda y en 2019 se hizo una película sobre su vida. Un héroe de otro tiempo que sigue presente en nuestros días por sus logros y que es el último obstáculo de un Haaland nacido para batir récords.