Enzo Fernández o el difícil encaje en el Chelsea de un suplente de 120 millones de euros
Sigue jugando. En la derrota en la Carabao Cup ante el Newcastle United la semana pasada, Enzo fue titular y recibió el brazalete del entrenador, Maresca. Pero para los partidos que importan, es decir, la Premier League, por ejemplo, su perfil no encaja.
En el empate ante el Manchester United, Fernández partió desde el banquillo por tercer partido de liga consecutivo. Con Romeo Lavia ya totalmente recuperado, el argentino se ha encontrado sin sitio. Y lo que preocupa al jugador y a su entorno es que es una decisión táctica.
"En primer lugar, es una cuestión de equilibrio", declaró la semana pasada el técnico del Chelsea al hablar de su esquema en el mediocampo, ahora beneficiado por la disponibilidad de Lavia y el resurgimiento en forma de Moisés Caicedo. "En este momento, Romeo y Moisés nos dan físico, fuerza en el medio. Cuando jugamos con Enzo, tiene que jugar con Moisés o con Romeo. Entonces nos cuesta un poco en el medio en términos de físico. Es algo que, de momento, nos dan Moisés y Romeo".
Maresca quiere dos 'box to box'
Como ya se ha dicho, la estructura del mediocampo es sencilla. Maresca quiere dos jugadores con presencia física. Capaces de meter el pie y subir y bajar al campo. Caicedo y Lavia actúan como los dos destructores que liberan a Cole Palmer.
Eso no quiere decir que Enzo no pueda meter el pie. Lo tiene en su juego. Pero en cuanto a los requisitos físicos para ganar batallas en el centro del campo en la Premier League, Maresca ha dejado claro que Caceido y Lavia le ofrecen mayor seguridad.
"No está jugando en este momento, pero tenemos muchos partidos y seguro que va a jugar en el futuro. No significa que no vaya a jugar dentro de dos días y no significa que Romeo y Moisés vayan a jugar siempre. En el momento en que uno de ellos se caiga, podemos cambiarlo".
120 millones de euros en el banquillo
Dicho de otro modo, ahora mismo Enzo, campeón del mundo en Catar, no es titular ni visos de serlo en un futuro a corto plazo. Para cualquier otro, sería una situación a aceptar. Para atrincherarse. Y demostrar que el seleccionador se equivoca. Pero la situación de Enzo no es la de la mayoría de los jugadores. Fue una inversión del Chelsea de 120 millones de euros más su alto salario. Una elección impulsada personalmente por Behdad Eghbali, copropietario del club.
Esto no estaba en el guión. Y uno se pregunta cuánto tiempo se va a tolerar. Claro que las opciones del Chelsea en el centro del campo son escasas. Pero tener a un jugador que cuesta 120 millones de euros como reserva permanente... siendo realistas -para los que están dentro de la junta directiva- no puede durar mucho tiempo.
Y eso sin contar con cómo se lo tomarán Enzo y los suyos. El jugador puede -y en Argentina dicen que debe- jugar más adelantado. Pero al igual que con Lavia y Caicedo, Maresca ya tiene a su maquinador en Palmer. Y Enzo, no importa el talento o el potencial, simplemente no le encaja.
Pero eso es en el Chelsea de Maresca. Más allá de Stamford Bridge, la reputación de Enzo sigue intacta y no es de extrañar que los intermediarios de los clubes ya estén haciendo averiguaciones. Se ha hablado del Inter de Milán. Y a los directivos de casi toda Europa les encantaría contar con un jugador de las cualidades de Enzo.
"Creo que es muy, muy difícil", declaró Maresca al principio de la temporada, "en nuestra forma de jugar, encontrar un centrocampista que pueda atacar como un centrocampista ofensivo y defender como un centrocampista de contención". Por ejemplo, el Arsenal está utilizando a Declan Rice, que juega con el balón como un centrocampista ofensivo y defiende como un centrocampista de contención; el City, en el pasado, lo ha hecho con (Ilkay) Gundogan; ataca como un centrocampista ofensivo y defiende como un centrocampista de contención.
Básicamente, Maresca busca ese centrocampista completo. Y Enzo Fernández, a pesar de sus 120 millones de inversión, no lo es.