Se entiende que el futbolista llevaba más de un año siendo investigado por la Asociación de Fútbol inglesa por varias tarjetas amarillas que recibió deliberadamente durante partidos oficiales, lo que se conoce como delito de "amaño de puntos". Las autoridades sospechan que el brasileño jugó de este modo en apuestas de conocidos en Brasil.
Lucas Paquetá es sospechoso de recibir deliberadamente tarjetas amarillas en cuatro partidos de la Premier League. El 12 de noviembre de 2022 durante el partido entre el West Ham y el Leicester City y en otros tres encuentros en 2023: West Ham-Aston Villa el 12 de marzo, West Ham-Leeds United el 21 de mayo y Bournemouth-West Ham el 12 de agosto.
Obstrucción
El caso de Paquetá puede tomar un cariz mucho más grave ahora que se han presentado otros dos cargos contra el brasileño.
El 50 veces internacional está acusado de no cooperar y de obstruir una investigación después de que las autoridades se percataran de que Paquetá había tirado a la basura su antiguo teléfono móvil. La Asociación Inglesa de Fútbol le pidió el aparato hace 12 meses y ocho semanas después le devolvió el teléfono, después de que los investigadores comprobaran las llamadas, mensajes y transacciones realizadas por el jugador.
Recientemente, las autoridades volvieron a pedir a Paquetá que entregara el móvil, tras lo cual se supo que el jugador del West Ham ya no lo tenía. Según la información publicada en The Sun, Paquetá tiró a la basura su antiguo teléfono móvil, un gesto que ahora le vale dos nuevos cargos.
Suspensión de por vida
The Sun también afirma que el futbolista será escuchado en marzo de 2025. El veredicto se espera para otoño de 2025, lo que significa que Lucas Paquetá puede terminar la presente temporada sin restricciones. El centrocampista, por el que el West Ham pagó nada menos que 43 millones de euros en 2022, se enfrenta a una posible suspensión de por vida debido a todas las acusaciones.
Las autoridades afirman que unas 60 personas apostaron a que el centrocampista brasileño recibiría una tarjeta amarilla en los partidos oficiales mencionados. Las apuestas oscilaban entre los ocho y los 477 euros y se realizaron en Río de Janeiro, ciudad natal de Paquetá.