Publicidad
Publicidad
Publicidad
Más

La rajada de Julio Baptista contra el entrenador del Valladolid, le cuesta su trabajo

César Suárez
Julio Baptista, en el banquillo del Valladolid Promesas
Julio Baptista, en el banquillo del Valladolid PromesasReal Valladolid
Julio Baptista (42), hasta ahora entrenador del filial del Valladolid, ha sido destituido de su cargo después de las críticas vertidas al club y al entrenador del primer equipo, Paulo Pezzolano, justo después de perder un nuevo partido con el Promesas.

La etapa del brasileño que fuera, en España, jugador del Real Madrid, Sevilla y Málaga, ha concluido en Pucela de la peor manera posible: despedido por rajar de la gestión del club y del primer técnico. 

Baptista, tras el último encuentro que dirigió al segundo equipo blanquivioleta, otra derrota, esta vez ante el Orense, se quejó de que no pudo hacer la alineación que quería porque hasta unas horas antes no sabía con qué jugadores podría contar y que incluso se veía obligado a obedecer una orden del club sobre quiénes tenían que jugar. 

Tras esta especie de sublevación dialéctica, la respuesta de la entidad ha sido la de despedirlo y nombrar a Álvaro Rubio como su sustituto. El que fuera capitán vallisoletano intentará reconducir la trayectoria de un equipo que, antes de la llegada de Baptista, amigo personal del máximo accionista, Ronaldo Nazário, había disputado la fase de ascenso a Segunda división y que ahora, tras descender a Segunda RFEF la pasada campaña, se encuentra luchando por no descender a Tercera RFEF. 

No será ya un objetivo para Baptista, que tendrá que buscar otro equipo donde proseguir su, hasta ahora, nada afortunada carrera en los banquillos. Comenzó en el Juvenil B, pasó al A al siguiente año, para luego tomar las riendas de un Promesas que ha vivido con él sus peores resultados en años.