Publicidad
Publicidad
Publicidad
Más

Inter y Milan siguen deshojando la margarita de San Siro: ¿continuar o mudarse?

AFP
El enigma de San Siro continúa.
El enigma de San Siro continúa.ČTK / imago sportfotodienst / Daniela Porcelli / SPP
Cuando parecía que ambos estaban decididos por la construcción de sendos nuevos estadios, aparentemente han dado marcha atrás.

El culebrón no es precisamente nuevo pero no deja de sorprender por sus giros de guion, con los dos clubes lombardos como protagonistas pero también con los políticos locales en papeles destacados.

La pasada semana, Inter y AC Milan fueron recibidos en Roma por el ministro de Cultura italiano, Alessandro Giuli, y por su homólogo responsable de Deportes, Andrea Abodi, para presentar su última idea.

Fue una sorpresa porque en los últimos meses las dos entidades privilegiaban la construcción de nuevos estadios en terrenos situados en la parte opuesta de la ciudad respecto a San Siro (en Donato Milanese en el caso del AC Milan, en Rozzano y Assago en el del Inter).

Ahora se ha puesto sobre la mesa la idea de un nuevo recinto que los dos clubes seguirían compartiendo y que estaría situado al lado del viejo estadio actual, el Giuseppe Meazza, una 'catedral' de hormigón con capacidad para 80.000 personas y que es conocido popularmente por el nombre de San Siro, el barrio en el que se encuentra.

Ese nuevo proyecto contempla la construcción de un estadio para 60.000 personas, un aparcamiento y un parque, todo ello situado junto al actual estadio, que según el plan sería "recalificado" y parcialmente demolido para dar pie a nuevas instalaciones deportivas y zonas verdes.

Un asunto político

"Todas las partes concernidas han mostrado su satisfacción", celebró al final de esa reunión el alcalde de Milán, Giuseppe Sala.

El regidor municipal de la capital económica italiana es una pieza clave en esta operación. San Siro, en proceso de ser designado monumento protegido, lo que impediría su demolición, pertenece a la ciudad de Milán, igual que los terrenos que Inter y AC Milan, muy discretos sobre los detalles de su proyecto, querrían adquirir a su lado por unos 200 millones de euros.

Fuentes del consejo municipal de Milán indicaron a la AFP que una votación favorable a la cesión de estos terrenos no está precisamente cerca, mientras el alcalde sigue empeñado en un proyecto de modernización del actual San Siro, una posibilidad rechazada el pasado mes por ambos clubes y que genera también rechazo en el arco político de la ciudad.

Para muchos analistas, el asunto del estadio podría incluso ser determinante para un cambio de color político en Milán, ciudad gobernada desde 2011 por el centroizquierda y que podría dar un giro a la derecha.

El nuevo proyecto retoma en gran medida uno que se abandonó en 2023, después de tres años de estudios, consultas y trámites, debido a la oposición de los vecinos de la zona y otros problemas administrativos.

Los hinchas, preocupados

Los hinchas de los dos clubes se preocupan también por ese 'nuevo San Siro': su capacidad sería 15.000 plazas inferior a la actual y se aumentaría el número de palcos privados -muy lucrativos- para llegar a 9.000 plazas o incluso a 13.500 en el caso de algunos partidos.

"Para nosotros, el nuevo estadio tendrá que tener una capacidad de al menos 70.000 plazas (...) manteniendo sin cambios el número de plazas que no sean para la llamada élite, la que pueda pagar mil euros por una entrada", resumió Giuseppe Munafo, el presidente de uno de los principales grupos de aficionados del AC Milan (AIMC), ya muy descontento con su club por el aumento del precio de las entradas.

El asunto presenta muchas incógnitas, pero hay algo seguro: cualquier eventual obra de renovación tendrá que esperar al menos hasta febrero de 2026 porque San Siro será el escenario de la ceremonia de apertura de los próximos Juegos Olímpicos de Invierno.