En el fútbol moderno, donde los agentes casi mandan, cuando la agente de un jugador es madre, su poder se triplica. Veronique, la madre de Adrien Rabiot (29), siempre se ha caracterizado por ser la sombra de su hijo, al que ha protegido como si fuera una gallina de los huevos de oro desde la adolescencia. Y con toda justificación, ya que el talento y la potencia física del nacido en el 1995 le han ayudado a labrarse una importante carrera.
Fuera de la convocatoria de Didier Deschamps para los primeros partidos de la nueva edición de la Nations League, uno de los favoritos del técnico francés y de Massimiliano Allegri en la Juventus podría acabar en Arabia. Hoy ha surgido la noticia del interés del Al-Nassr, club en el que juega actualmente Cristiano Ronaldo. Lo ha comunicado la cadena francesa Rmc Sport, que habla incluso del propio portugués como interesado en el centrocampista transalpino.
Lo cierto, sin embargo, es que con sólo 29 años y después de haber sido uno de los motores de la Juventus y de Francia en los últimos años, Rabiot acabaría dejando el fútbol que cuenta sólo por una cuestión de dinero. El salario hipotético en Arabia, de hecho, sería de 20 millones de euros al año, una cifra significativamente superior a los siete ofrecidos por la dirección de la Juventus y los cinco propuestos por el AC Milan, que lo intentó este verano.
Todo ello, además, para contentar a la madre, Veronique, cuya comisión por la operación ascendería a 10 millones de euros, prácticamente la mitad del sueldo de su hijo. Una elección, esta de emigrar a una liga saudí cuya burbuja podría estallar pronto, ciertamente poco congruente con el talento y el rendimiento demostrados en los últimos años. Una elección que recuerda a la de Sergej Milinkovic-Savic, que pasó de ser un jugador clave del Lazio a caer en el olvido tras aceptar una oferta del Al Hilal.