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El Manchester City, supercampéon de Europa por penaltis (5-4)

César Suárez
El Manchester City celebra el título de la Supercopa de Europa
El Manchester City celebra el título de la Supercopa de EuropaAFP
El Sevilla ha perdido la final de la Supercopa de Europa en los penaltis (5-4) después de empatar a 1 en el tiempo reglamentario. Fue Gudelj el que estrelló en el larguero el último lanzamiento después de que los cinco lanzadores del City y los cuatro sevillistas anteriores anotaran los suyos. En-Nesyri adelantó a los hispalenses en la primera mitad con un enorme testarazo, pero luego falló varias ocasiones clarísimas y Palmer aprovechó para igualar en la segunda parte.

Debe irse orgulloso de Grecia el Sevilla. Por supuesto que sí. Maniató al City, redujo a la nada las innovaciones tácticas de Guardiola, especialmente en la primera parte, y pudo sentenciar si En-Neysri no hubiera perdonado lo imperdonable en una final. No es la primera vez lo del marroquí, capaz de anotar los goles más inesperados y fallar los más sencillos. Por eso perdió, porque no sentenció cuando debía...  y al Manchester no se le puede dejar respirando. 

Desde el comienzo, el Sevilla se entregó a la presión y puso en jaque a Akanji, la sorpresa del entrenador de Santpedor por su rol en el centro del campo. Ese fue el punto débil de los Cytizens, el utilizar al suizo para sacar el balón desde atrás. Y, sin embargo, la calidad manda, amenazaron primero con estrenar el marcador con un testarazo picado de Aké y un disparo de rosca de Grealish que sacó Bono tirando de reflejos y agilidad. 

El meta, que está en la rampa de salida, fue el elegido por Mendilibar para defender el marco. Y aunque tampoco tuvo excesivo trabajo en la primera mitad, demostró estar centrado en levantar un nuevo título como sevillista. Ese que encarriló En-Nesyri, especialista en marcar los goles más complicados y errar los, a priori, más sencillos. Luego lo comprobaríamos para mal.

En-Nesyri, lo mejor... y lo peor

El ariete, en una de las pocas ocasiones en la que los hispalenses pudieron montar una contra, aprovechó un centro medido de Acuña para colarse entre los centrales, colgarse del cielo del Pireo y bajar convertido en dios del gol. Qué potencia de salto y qué potencia de cabezazo. Si lo intentan ustedes, la cervicalia está garantizada. 

En-Nesyri celebra el gol del Sevilla, era el 1-0
En-Nesyri celebra el gol del Sevilla, era el 1-0AFP

Desde ese minuto 24, el Sevilla disfrutó de sus mejores momentos, con Óliver, Ocampos y Lamela controlando el ritmo sin exponer demasiado, y con un imperial Jesús Navas, capaz de ganar en velocidad a Haaland al tiempo que anulaba a Grealish. Le queda cuerda para rato al de Los Palacios. 

Al City le faltaba imaginación y desborde. Sin los lesionados Bernardo Silva y De Bruyne, y ya sin el culé Gündogan, los de Guardiola no son tan demoledores por dentro. Los andaluces se protegieron bien en defensa, metieron el autobús cuando había que hacerlo y aguantaron la posesión cuando no se podía correr, que aún quedaban otros 45 minutos de final. 

Si perdonas en una final, lo pagas

Hubo retoques tácticos del técnico del City, retirando a Akanji del rol de constructor y centrando algo más a Gvardiol. Pero hasta que se ajustaron los mancunianos, el Sevilla, con un desgaste físico monumental, tuvo contra las cuerdas al campeón de la Champions. Hasta cuatro, sí, hasta cuatro mano a mano tuvo En-Neysri frente a Ederson para sentenciar la final. Y en todas puso mal el pie o no miró al rematar o a saber en qué demonios pensaba cuando encaraba al brasileño. 

Tanto perdonar le costó muy caro al Sevilla. Los de Manchester sólo necesitaron un centro de Rodri al segundo palo. Allí apareció solito Palmer para ganar la espalda a Acuña y superar a Bono con un remate de cabeza al poste contrario. Golazo para empatar. Y aún faltaba media hora. Acoso total de los Cytizens. Y qué sufrimiento de los nervionenses. 

Palmer celebra el 1-1
Palmer celebra el 1-1AFP

Sólo se quitaron de encima al rival un par de minutos, en los que el gol rondó el área inglesa. Pero enseguida fueron obligados a recular de nuevo hacia la meta de Bono. Resistieron como cosacos los de Mendilibar y forzaron los penaltis. 

Los penaltis deciden

Y ahí, sin protagonismo de Ederson ni de Bono, hubo exhibición de lanzamientos, clases magistrales de cómo lanzar desde los nueve metros. Pero después de nueve extraordinarios disparos, Gudelj envió el último al larguero y la Supercopa se marchó para Manchester. 

Así fue la tanda:

Haaland, gol (1-0). Ocampos, gol (1-1). Julián Álvarez, gol (2-1). Rafa Mir, gol (2-2). Kovacic, gol (3-2). Rakitic, gol (3-3). Grealish, (4-3). Montiel, gol (4-4). Walker, gol (5-4). Gudelj, al larguero (5-4).

Las notas del partido
Las notas del partidoFlashscore

Jugador Flashscore del partido: Rodri (Manchester City). 

Todas las estadísticas del Manchester City-Sevilla, en Flashscore.