Yeremy Pino está de vuelta a la Roja tras vivir un calvario durante la pasada temporada, más concretamente a partir del 15 de noviembre de 2023, fecha en la cual sufrió una rotura de ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. Aquel frenazo en seco le obligó a parar y a decir adiós al curso, además de dejarle sin opciones de participar en la Eurocopa. Su incorporación a los terrenos de juego no se produjo hasta el pasado mes de julio.
"Ha sido muy largo y muy duro, con momentos de dudas y de incertidumbres, de saber si voy a volver igual. Al final, aquí estamos, una nueva oportunidad, una nueva ilusión y luchando por mis sueños", asegura el canario, que tenía muchas ganas de volver a sentirse futbolista. Aunque todavía no ha disputado los 90 minutos en ningún encuentro oficial durante esta nueva etapa, ha participado en las cuatro jornadas de LaLiga EA Sports, incluyendo tres titularidades.
Si ya de por sí es una lesión que trae consigo una larguísima recuperación, su particular camino estuvo lleno de dificultades y trabas. "Tienes un proceso y te dicen cómo va a ser todo. Vas mejorando y te pones contento, pero me llegó la bacteria y fue como un puñetazo. Fue empezar de nuevo, operarme de nuevo, comenzar con las muletas...", explica Yeremy, que no celebra un gol desde junio del año pasado (en la victoria por 2-1 ante Italia).
Además, Pino reconoció haber hablado sobre el tema con Mikel Oyarzabal, quien le dijo que el recorrido era "bonito". Lo cierto es que él tardó en comprender el sentido de esas palabras, aunque acabó haciéndolo: "Yo no lo entendía y pensaba que era una mierda, pero sí lo es y hay que aprender de ello". Durante ese lapso de tiempo, además, habló con Luis de la Fuente "muchas veces" y hasta estuvo "en una llamada en la rúa" con el fin de que se sintiera "parte del grupo".