La Copa del Rey, el título menor y olvidado que es un reto para el Real Madrid
El Real Madrid lleva sin ganar la Copa del Rey desde el curso 2013/14, una anomalía para un club con tantos recursos. Los focos están siempre puestos en las otras dos competiciones, la continental y la liguera, pero tampoco es excusa para llevar desde la temporada 2018/19 sin alcanzar las semifinales o haber caído en los últimos años con equipos como Alcoyano o Leganés (y en el último caso a doble partido).
Fútbol Club Barcelona y Athletic Club de Bilbao son los dos únicos clubes con más unidades en sus vitrinas. Los azulgranas lideran con mucha solvencia (31) y pueden pasar muchísimos años hasta que eso cambie, mientras que el conjunto vasco resiste con 23, cuatro más que los de la capital, desde hace ya más de tres décadas. Atlético de Madrid (10) y Valencia (8) completan el top 5.
Dos finales clásicos
La última vez que los blancos tuvieron éxito fue también con Carlo Ancelotti al frente del equipo, aunque la plantilla tenía poco o nada que ver con la actual: solo se mantienen cuatro jugadores (Dani Carvajal, Nacho Fernández, Luka Modric y Karim Benzema). Ganaron la final contra el Barcelona, dirigido entonces por Tata Martino, y Gareth Bale se erigió como héroe con aquel gol en el que se impuso con mucha autoridad a Marc Bartra en una carrera para historia.
De aquella plantilla, liderada por los goles de Cristiano Ronaldo -baja para aquel clásico-, formaban parte jugadores como Álvaro Morata, Xabi Alonso o Diego López. 2014 fue también el año de la décima Copa de Europa, cuando Sergio Ramos apareció de forma milagrosa en un saque de esquina para llevar el partido hasta la prórroga cuando estaba ya prácticamente perdido. El aficionado madridista, sin duda, identifica dicho año con el ansiado logro europeo.
El Real Madrid ha ganado tan solo dos Copas del Rey desde el 2000 (la anterior fue en la campaña 2010/11 y también se impusieron al propio Barça en la final). Las otras 17 llegaron en el pasado siglo; es más, pasaron 18 años entre la antepenúltima y la que llegó con Mourinho en el banquillo. Sobran las pruebas para confirmar que es un torneo que se le atraganta al conjunto del Santiago Bernabéu, cuyo estreno en la presente edición llegará el día 3 de enero contra el Cacereño (21h00 CET).
Los días más negros
Otro hecho curioso es que no hay un pichichi (en solitario) del equipo de la capital desde que Raúl González Blanco acabó como el máximo goleador. No debió de importarle demasiado al '7' porque su equipo perdió contra el Real Zaragoza y tuvo que conformarse con una plata que supo a poco. El reconocimiento individual fue un consuelo menor después de tal decepción. David Villa, Dani García y Martín Galletti (este en la prórroga) eclipsaron las dianas anotadas por David Beckham y Roberto Carlos.
Lo ocurrido en la historia reciente del Real Madrid dice que el elegido como mejor club del siglo XX tiene cuentas pendientes con la Copa del Rey, una competición que sentenció a Manuel Pellegrini después del ridículo estrepitoso en la visita al Alcorcón, entonces en la extinta Segunda B. Tras la fatídica ida (4-0), la magia del Bernabéu no pudo hacer milagros y la ajustada victoria por 1-0 resultó a todas luces insuficiente para remontar la eliminatoria y lograr el pase a la siguiente ronda.
Un año antes de morir en Santo Domingo, el vigente campeón de Europa cayó también en dieciseisavos frente al Real Unión de Irún (3-2 en tierras vascas y 4-3 en Chamartín). Gonzalo Higuaín y Javier Saviola fueron los goleadores en el País Vasco, mientras que Raúl González marcó tres en la vuelta y Alberto Bueno anotó el restante. Otra de las grandes sorpresas tuvo lugar poco después de cambiar de milenio, cuando el Toledo sorprendió y tumbó a, entre otros, Fernando Hierro y Fernando Morientes.
El Mallorca, por su parte, eliminó al conjunto madrileño en los cursos 2003/04 (ganó el título) y 2007/08. Mucho más dolorosa fue la derrota contra el Deportivo de la Coruña en la final del torneo en su edición de la temporada 2001/02. Sergio González y Diego Tristán se coronaron en una noche mágica para los aficionados del equipo gallego (1-2), que naufraga ahora por la Primera RFEF y sueña con volver a aquellos tiempos gloriosos... o volver a Segunda. Lucas Pérez, la gran baza para los próximos meses.