La enemistad entre el La estrategia del PSG para evitar el regreso de Leo Messi al FC Barcelona es un secreto a voces. El verano pasado, la marcha de lionel Messi al Parque de los Príncipes supuso un incremento de los roces. Messi era, es y será un ícono en el Camp Nou y el París consiguió, de una manera cruel y efectiva, el traspaso del argentino en un tiempo récord.
Después de una temporada atípica y de baja forma, Messi exhibe sus destellos de magia en la Ligue 1 y, a falta de un año para que finalice su contrato con el PSG, ha iniciado el runrún de rumores que le vinculan, incluso, con un viable retorno al FC Barcelona.
Joan Laporta, presidente blaugrana, espera que Messi cierre su carrera en el Camp Nou. El argentino, por su lado, nunca ha descartado la opción de regresar a la Ciudad Condal. Messi pasó más de 20 años en Cataluña, tiene propiedades y su familia se siente a gusto en la región. Sin embargo, existe un obstáculo mayúsculo que pretende frenar la vuelta del rosarino al Camp Nou.
El PSG cuenta con Messi para las próximas dos temporadas. Según han informado medios españoles, el equipo francés analiza un plan que le permita retener al atacante por dos temporadas más. Para los franceses, no existen problemas económicos y, en ese contexto, le ofrecerá al ex culé el mismo importe que sostiene en su actual contrato (30 millones de euros por año).
Realidades opuestas
Mientras que en el PSG saca pecho y espera la ampliación del contrato de Messi, el FC Barcelona ha aceptado que presenta un número elevado de deudas. Los culés, que apostaron por una renovación de la plantilla en el mercado de verano, presenta la mayor masa salarial de La Liga y necesita resultados inmediatos.
En sí, la vuelta de Messi al FC Barcelona es difícil. El año pasado, Laporta no amplió su contrato porque lo consideró "insostenible". Ahora, el club tendría que hacer un esfuerzo muy grande para concretar su fichaje. El París, por su lado, está en condiciones de ejercer cualquier operación y, salvo que algo extraordinario ocurra, le presentará al capitán de la selección argentina un jugoso contrato que le será difícil de rechazar.