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La llegada de la bandera olímpica da el pistoletazo de salida a Los Ángeles 2028

La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, ondea la bandera olímpica junto al presidente de LA28, Casey Wasserman.
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, ondea la bandera olímpica junto al presidente de LA28, Casey Wasserman.AFP
La bandera olímpica llegó bajo un cielo radiante el lunes a Los Ángeles, donde las autoridades disponen ahora de cuatro años escasos para organizar unos Juegos capaces de rivalizar con la elogiada edición de París en una metrópolis notoriamente atascada por el tráfico.

La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, aterrizó en un avión adornado con palmeras y el logotipo "LA 2028", y cruzó la pista sosteniendo el estandarte de cinco anillos, acompañada por varios atletas estadounidenses.

"Sentimos la presión de asegurarnos de que nuestra ciudad y nuestra región están preparadas y listas", declaró a la prensa.

"Ahora tenemos la bandera. Depende de nosotros. Tenemos mucho trabajo que hacer Los Ángeles".

Momentos antes de que su avión aterrizara, un terremoto de magnitud 4,6 sacudió Los Ángeles.

"Asegurarnos de que estamos preparados para sucesos como un terremoto" será clave para los planes de infraestructuras, afirmó. "Pero también ahora tenemos fenómenos climáticos que nunca pensamos que pudieran afectar a nuestra región, para los que también tenemos que estar preparados".

Con todo, el mayor reto será inevitablemente el transporte.

En París, con motivo de la ceremonia de clausura el pasado fin de semana, Bass esbozó los planes de Los Ángeles para ofrecer unos "Juegos sin coches".

En una ciudad adicta a los vehículos privados, donde gigantescas autopistas cruzan la expansión urbana y los atascos son una fatalidad cotidiana, esa promesa es ambiciosa.

"No creo que lo consigamos, pero sé que vamos a intentarlo", afirma James Moore, profesor de ingeniería industrial y de sistemas de la Universidad del Sur de California.

Fuera de la ciudad

Los Ángeles cuenta con una red de metro, pero con sólo cinco líneas y media y un servicio relativamente poco frecuente, es minúscula para los 10 millones de habitantes de la región.

Las autoridades tienen previsto traer 3.000 autobuses prestados de todo el país y crear carriles exclusivos para ellos.

El transporte público tendrá prioridad sobre el coche privado, que no estará prohibido. No se prevé que todas las sedes olímpicas dispongan de aparcamiento.

La última vez que Los Ángeles acogió los Juegos Olímpicos, en 1984, muchos residentes abandonaron la ciudad, evitando así una pesadilla de tráfico.

"Si vemos que los residentes siguen la misma estrategia en 2028 y básicamente se van de la ciudad durante unos días, eso puede liberar suficiente espacio en las carreteras como para que podamos trasladar a todo el mundo con autobuses", dijo Moore.

El gigantesco aeropuerto principal de la ciudad, tristemente célebre por sus problemas de accesibilidad, estará por fin conectado a la red de metro.

En 2026, cuando Los Ángeles acoja el partido inaugural de la Copa Mundial de la FIFA, se pondrá en marcha un servicio de transporte automatizado.

Hollywood y los sin techo

Los Ángeles cuenta mucho con su reputación de capital mundial del cine y el espectáculo.

En un segmento de "entrega" de la ceremonia de clausura de París, Tom Cruise saltó en paracaídas con la bandera olímpica en Los Ángeles, cerca del famoso cartel de Hollywood, que luego redecoró con el logotipo olímpico.

Los Ángeles es también una potencia deportiva estadounidense, con numerosos equipos importantes y estadios de última generación.

"¿Qué no está en nuestro ADN? Somos creativos, contamos historias. Tenemos deporte, tenemos diversidad. Es Los Ángeles", declaró a la AFP Reynold Hoover, Director General del Comité Organizador de 2028.

Pero bajo el brillo de Hollywood, Los Ángeles sufre una enorme crisis de personas sin hogar. Unas 75.000 personas carecen de vivienda, en una ciudad en la que los precios de los inmuebles son desorbitados.

Desde que llegó al Ayuntamiento, Bass ha hecho de este antiguo problema una prioridad. Recientemente, un amplio programa de albergues ha dado señales de progreso.

El número total de personas sin hogar descendió ligeramente en 2024, por primera vez en seis años.