En los últimos tiempos el pádel ha experimentado un crecimiento enorme. Gracias a ello, los organizadores del World Padel Tour se han ido enriqueciendo gracias a la facilidad con la que se vende el producto y los contratos desactualizados de jugadores que no cobran lo suficiente en relación a lo que generan.
En esa tesitura apareció Premier Padel, un nuevo circuito que permite a los profesionales incrementar sus ganancias y les dispensa un trato más justo que el de WPT. Por medio está el dinero de Catar, que siempre tendrá la capacidad de superar económicamente a la que hasta ahora había sido la competición de referencia.
Con este nuevo actor en el juego, los responsables de World Padel Tour se vieron acorralados y, en lugar de responder mejorando las condiciones de sus contratos, lo hizo amenazando a los jugadores con privarles de participar en sus torneos si jugaban en alguna de las citas de la nueva marca.
Entendiendo que se estaba poniendo en peligro su derecho al trabajo, los profesionales de la pala se unieron para crear la Professional Padel Association. Los tratos firmados son abusivos y van en la línea de un monopolio. Así lo consiguió hacer ver la PPA, que logró que los jugadores con contrato en el WPT pudiesen disputar partidos en cualquier circuito sin consecuencias legales.
Tras un año en el que la asociación ha ganado muchas batallas a World Padel Tour, estos han vuelto a la carga de la manera más infame posible. A pocos días de comenzar el 2023, han anunciado que no dejarán disputar sus competiciones a aquellos con ranking entre el número 1 y el 150 que no tengan contrato en vigor.
Jugadores unidos
Con este nuevo movimiento, una empresa sin alma y acostumbrada a quedarse con lo que generan los que dan el espectáculo vuelve a jugar con el medio de vida de decenas de deportistas.
En palabras de la PPA en el punto tres de su último comunicado: “Resulta particularmente sorprendente como, en primera instancia y a comienzos de este año 2022, WPT procedió a denunciar a los jugadores con contrato en vigor por ejercer su derecho al trabajo, y sin embargo ahora, mediante la coacción mediante el cambio unilateral de su política de participación en el circuito, pretende excluir y expulsar a un colectivo de más de 50 jugadores en el desarrollo de su actividad profesional”.
Este es solo un nuevo capítulo de una guerra que promete alargarse durante 2023. Mientras tanto, del 15 al 18 de diciembre las mejores palas del WPT disputarán el Master Final en Barcelona para dirimir qué parejas ocupan el trono anual masculino y femenino.
