Si existe un equipo que sabe cómo aprovechar los pinchazos rivales es la Real Sociedad. El equipo de Imanol Alguacil sacó una doble ventaja en la novena jornada de LaLiga: por un lado, el cuadro donostiarra venció por 1-2 al Celta de Vigo en Balaídos con goles de Illaramendi -minuto 34- y de Zubeldía- moinuto 54-. Por el otro, la escuadra superó al Athletic en la tabla de posiciones y escaló a la zona de Champions.
La jornada liguera de la Real Sociedad ha sido perfecta. El conjunto, liderado por un David Silva brillante en el frente de ataque, ha consignado un triunfo de horo contra el cuadro que dirigue Eduardo Coudet. El Celta, que evidenció algunas facetas interesantes en tramos específicos del partido, ha presionado hasta el final a sus rivales. Sin embargo, pese a los esfuerzos, no ha encontrado un método para romper la sólida defensa de los vascos.
Además de aprovechar las oportunidades, la Real Sociedad presenta una segunda virtud que le transforma en un equipo teminble de La Liga: la capacidad de ganar sin jugar bien. En lo que refiere al encuentro, el equipo de Imanol Alguacil ha sido menos preciso que el Celta a la hora de entregar el balón. Los gallegos, impulsados por la grada, se han dejado llevar por la emotividad y, obra de la presión ejercida por la hinchada, han perdonado en reiteradas ocasiones el arco de Álex Remiro.
El portero de la Real Sociedad ha tenido un papel fundamental en el choque de Balaídos. En el tramo final, Remiro ha aguantado con serenidad las constantes embestidas del equipo rival: centros, remates desde la frontal del área, cabezazos. El Celta ha lanzado mucho a puerta contraria pero no ha embocado el balón a la red en la segunda parte.
La Real Sociedad asciende a la cuarta plaza de LaLiga con 19 puntos, producto de seis victorias, un empate y dos derrotas. El Celta, por su lado, se estanca en la mitad-posición número 11- de la tabla con 10 unidades. El equipo gallego completa una estadística irregular que exhibe 3 victorias, 1 empate y 5 derrotas.