Publicidad
Publicidad
Publicidad
Más

La valentía de Irán ahoga el fuego del dragón galés con un sólido 0-2 en el tiempo añadido

Rafael Gómez
La valentía de Irán ahoga el fuego del dragón galés con un sólido 0-2 en el tiempo añadido
La valentía de Irán ahoga el fuego del dragón galés con un sólido 0-2 en el tiempo añadidoAFP
El equipo de Gareth Bale pierde la oportunidad de rozar la clasificación. El cuadro persa sorprende a los británicos con un planteamiento organizado que desesperó al rival. Carlos Queiroz hace historia en Catar y le da un triunfo inédito a los suyos

Irán tiene los mismos puntos que Inglaterra (un partido menos). No es una hipérbole. Irán, que vive en un estado de ebullición constante en donde la violencia y la represión están a la orden del día, encuentra en el fútbol un buen augurio. Por primera vez en su historia, el combinado persa roza la clasificación a la siguiente ronda de la Copa del Mundo. 

Los de Carlos Queiroz impusieron condiciones a lo largo del partido. Gales hizo poco. En sí, el equipo británico no generó terrror en la portería de Hosseini. Irán, en cambio, asechó desde un inicio el arco de Hennessey. 

Gareth Bale no fue protagonista. El extremo, que marcó de penal el empate de los dragones contra Estados Unidos, brilló por su ausencia en la segunda jornada de la fase de grupos. La férrea marca de los persas diezmó al jugador. No había espacio para correr. El balón era controlado Irán. Ni siquiera existía campo para generar esos cambios de frente que tan bien le sientan al antiguo atacante del Real Madrid. 

Irán encaja en una palabra: sorpresa. Carlos Queiroz edificó un once defensivo. Sólido y organizado. Las transiciones rápidas y el juego directo no le hicieron fácil el partido a Gales que, sin lugar a dudas, era el claro favorito. El motor anímico de los dragones venía en alza. La igualdad contra Estados Unidos era celebrada en el Reino Unido como si su significado fuera casi un triunfo. El primer gol de la selección británica desde 1958 llegó en ese juego. Bale cortó el aire de los británicos. Los dejó afónicos con un penalty y, además, los ilusionó con un viable pase a octavos. 

 El viernes, en Catar, Irán fue el equipo que suspendió la respiración de Gales. Los persas pusieron contra las cuerdas al rival. Dos tiros al palo. Una atajada de Hennessey. Un gol anulado. La suerte jugó a favor de Gales hasta el minuto 83, cuando Hennessey, que hizo de héroe al frenar un disparo iraní, salió de forma desesperada y vio la tarjeta roja al chocar a un delantero persa con la rodilla. 

Rob Page vivió, en ese contexto, un problema en mayúsculas. Por fortuna, Gales tenía cambios disponibles. El entrenador envió al campo a Dany Ward, que sustituyó a Aaron Ramsey. El ex Arsenal, llamado a ser protagonista, exhibió un pobre estado de forma y dejó el campo cabizbajo. 

Respiración artificial

Cuando el control de la vida se deja en manos de la suerte, el camino se transforma en una ruleta. En un tiro al aire. Hasta ese minuto, Gales sostenía el aire a través de una respiración artificial. Con la expulsión, los persas salieron en tromba por el primero. En los 90 minutos, el fútbol no fue justo con Irán. El tiempo añadido mostró otro color. 

En 10 minutos Irán hizo lo que no concretó en 90. Dos goles. El primero, de media distancia. Cheshnmi soltó un latigazo desde la frontal que dejó sin opciones al recién ingresado Ward. Tres minutos más tarde, Rezaeian finiquitó un contragolpe y, con lágrimas, festejó eufórico el triunfo iraní. 

En Catar, Gales está lejos de los octavos de final. La selección ni siquiera tiene asegurada su presencia en el certamen. La derrota contra Irán, pese a ser un resultado atípico, deja unas mínimas esperanzas para los dragones. El equipo británico no depende de sí mismo. Irán, en contraste, tendrá que vencer a Estados Unidos. Una victoria contra los norteamericanos será más que suficiente para avanzar a la siguiente ronda.