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Locura en el Camp Nou: El Inter perdona la vida a un Barça que se agarra a la épica (3-3)

César Suárez
Locura en el Camp Nou: El Inter perdona la vida a un Barça que se agarra a la épica (3-3)
Locura en el Camp Nou: El Inter perdona la vida a un Barça que se agarra a la épica (3-3)AFP
Un partido para recordar, una oda al fútbol ofensivo, una catarata de ocasiones, de goles, de emoción, de sonrisas y lágrimas repartidas por doquier. Un Barça-Inter de Champions espectacular. Los italianos tuvieron en la mano la eliminación del enemigo con el 1-2 y el 2-3, pero perdonaron. Lewandowski y Ter Stegen mantuvieron con vida a los azulgrana

El Barça se jugaba una final y Xavi la quiso ganar fiel a su estilo, con un partido a tumba abierta, a ida y vuelta, a atacar y ser atacado. Confianza suprema en los suyos y en su capacidad para derribar la muralla que, como esperaba, iba a colocar el Inter delante de Onana. No había otra porque los italianos, con la clasificación a favor, no iban a arriesgar lo más mínimo. Con salir vivos del Camp Nou les bastaba y sobraba. Imagínense una victoria que tuvieron en su mano. 

Por eso no hubo especulación en los locales. Imposible, además, si 92.000 aficionados habían acudido a la llamada de auxilio del técnico y los jugadores. Una temporada más fuera de la Champions a las primeras de cambio no hubiera habido palancas ‘laportianas’ que lo aguantasen

Los jugadores sabían que dependía de ellos. Y por eso respondieron como se esperaba. Con Pedri de canalizador, el primero que enseñó los dientes fue Lewandowski. Desenchufado en los últimos partidos, el polaco casi cantó gol con un testarazo que sacó bajo palos Calhanoglu

Claro que enfrente no estaba un cualquiera. El Inter, en Europa, se está comportando como no lo hace en el Calcio. Y cojos, precisamente, no son. Lo recordó Dzeko con un balón al larguero.

Pero a los catalanes les daba igual. Sabían que, volcados al ataque, alguna tendría el rival. Así que, sin miedo, a volver a mirar a los ojos a Onana. El camerunés no se amilanó con los intentos de Dembélé, de Sergi Roberto y de Raphinha. 

Pero el gol se olía y la resistencia estaba a punto de caer. Fue de nuevo Raphinha quien ganó un balón por arriba, se hizo con el rechace, habilitó a Sergi Roberto en la línea de fondo y este, con pausa y calidad, puso un caramelo para que Dembélé se lo llevara. El francés, rapidísimo, se adelantó a los centrales en el primer palo para abrir la lata.

Eran los mejores momentos azulgrana, que quería el segundo antes del descanso. También porque Onana comenzó a flojear en un par de salidas y se puso hecho un flan. Pidió la hora el Inter y llegó.

 

Mamma mia, los regalos de Piqué y Busquets: a por la heroica

Otro equipo, con 1-0 y jugándose la vida en la competición, pensaría en defender el resultado. Pero el Barça no sabe hacer eso, ni aunque quisiera. Y por eso volvió del descanso como se fue, dispuesto a sentenciar lo antes posible. Lo que no esperaba era el grosero error de Piqué. Era un centro fácil de despejar, pero, creyendo que no había nadie detrás de él, dejó pasar el balón. Barella no iba a desaprovechar semejante regalo. Control y gol. Más sencillo, imposible. 

Vuelta a empezar con el 1-1, pero ahora con un Inter crecido. Tanto que Ter Stegen sacó bajo palos un remate de cabeza y, a continuación, un disparo de Calhanoglu envenenado. Nada pudo hacer el alemán cuando sus defensas le dejaron vendido. Primero, Busquets en medio campo perdiendo un balón de forma inocente. Y luego, Eric García, permitiendo a Lautaro controlar con el pecho para que fusilara a su guardameta.

Quedaba media hora por delante y el Barcelona estaba fuera de la Champions. Mas no se rindió, nunca. Siguió luchando y encontró a Lewandowski. Al polaco le anularon un gol por fuera de juego, después Onana le sacó un centro chut. Pero a nueve minutos del final dijo basta. Mal rechace de la zaga interista, disparo mordido que toca ligeramente en un defensa, suficiente para despistar a Onana y convertirse en el 2-2. Y a por el tercero. 

Sólo que ese tercero llegó después de una contra mortal de Lautaro que vio cómo llegaba Gosens solo para batir a Ter Stegen. Locura total transalpina que ya se veían, en el 88, en la segunda fase y al enemigo en la tumba. 

En Lewandowski y Ter Stegen hay que creer

Algunos culés se marcharon del Camp Nou, no podían aguantar la deshonra de caer eliminados por segunda temporada consecutiva en la fase de grupos. Menudo drama. Pero el año pasado no estaba Lewandowski para colgarse del cielo y cabecear a la escuadra un buen centro de Eric García. Otra vez a creer, como si del Real Madrid se tratase. El milagro era posible

Y el milagro fue posible, pero no de la forma en la que esperaban. Con el Barça volcado en la ofensiva, Lautaro, de nuevo, aprovechó una contra para ocupar los espacios y regalarle a Asilani la eliminación azulgrana. Ter Stegen, héroe, se hizo enorme y el italiano, en vez de devolverle el favor a su compañero para que empujase la pelota a la red, prefirió el disparo, que fue rechazado por el alemán. Aún tendría Ter Stegen que intervenir ante Dzeko en el último segundo para salvar el 3-3 y mantener, aunque en la UCI, vivo a los suyos.

 

Jugador Flashscore del partido: Ter Stegen

 

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