Luciano Spalletti quiere recuperar la Italia de cuando era niño
Pero la sombra de Roberto Mancini planea aún desde el anuncio de su marcha el 13 de agosto, a días de la vuelta de la 'Azzurra' a la fase de clasificación a la Eurocopa 2024.
Spalletti, de 64 años, dirigirá a la selección de Italia por vez primera el 9 de septiembre en Skopje contra Macedonia del Norte y tres días después ante Ucrania en Milán.
Italia no cuenta con margen de error, ya que es tercera de su grupo con tres puntos en dos partidos, detrás de Inglaterra (12 puntos) y Ucrania (4 puntos).
Antes de ceder la palabra a Luciano Spalletti, nombrado el 18 de agosto, el presidente de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) Gabriele Gravina, ajustó cuentas con Mancini, convertido la semana pasada en seleccionador de Arabia Saudita, y lo hizo sin pronunciar su nombre.
"Vivimos una crisis grave, imprevista y sin precedentes", recordó, aludiendo a las explicaciones de Mancini, quien justificó su marcha por la falta de confianza que percibía de parte de Gravina, y por su intervencionismo.
'Una bella persona'
"Esta crisis la afrontamos sin romper con nuestros valores, en silencio y dando prioridad a la elástica azul, a la pasión de tantos italianos", recordó el dirigente. "Hubo ira, decepción, no se puede esconder, pero permaneció dentro de nosotros, nos dio energía para abrir un nuevo capítulo de nuestra historia".
Y lanzó otro dardo a Mancini al describir a Spalletti: "Los italianos no tienen solo a un gran entrenador al frente de su selección, tienen también a una bella persona", proclamó el dirigente de la FIGC.
Pero ni palabra sobre el balance de Mancini, quien aunque fracasó a la hora de clasificar a Italia para el Mundial 2022 de Catar, llevó a la 'Azzurra' a su tercera Eurocopa, en 2021, y a una racha de 37 partidos sin derrota entre septiembre de 2018 y octubre de 2021, récord absoluto para una selección nacional.
Spalletti, en cambio, sí alabó el trabajo de su predecesor. "Heredo de Mancini una buena selección. Dio la oportunidad a jóvenes y descubrió a jugadores que pueden ser útiles", insistió.
'El mejor Spalletti posible'
Pero el antiguo entrenador del Nápoles es consciente de que debe reconstruir, o al menos reparar, el vínculo entre la Nazionale y sus aficionados, que quedó dañado con las dos decepciones de no clasificarse a los Mundiales 2018 y 2022, además del discreto inicio del camino a la Eurocopa y la tormentosa marcha de Mancini.
"Hay que borrar el amargor de los últimos resultados y producir un fútbol que una a una nación fuerte en fútbol como es Italia", proclamó.
A sus 64 años, después de haber jugado en la tercera división italiana, haber entrenado a la Roma, el Zenit San Petersburgo o el Nápoles, Spalletti sigue siendo "ese chico de once años al que la Nazionale hacía soñar durante el Mundial 1970".
"Había pedido a mi madre que me fabricase la bandera italiana más grande posible para celebrar la victoria contra Alemania (4-3 en semifinales). Y es con esa bandera con la que llego al banquillo de la Nazionale y con ganas de hacer renacer el sueño que representaba la selección", confesó.
Para lograrlo, prometió seguir siendo fiel al su concepto de un fútbol ofensivo que sirvió al Nápoles para su primer título de campeón de la Serie A en 33 años.
Concluyó con una promesa: "No sé si seré el mejor seleccionador de la historia, pero puedo aseguraros que seré el mejor Spalletti posible".