Magnussen reina en el caos de Brasil y saldrá primero en la carrera al sprint
La lluvia caída previamente sobre el circuito de Interlagos hizo que los nervios fueran la tónica dominante entre los pilotos y sus equipos al principio, puesto que al inicio de la sesión ya no caían apenas gotas y el trazado se fue secando con el paso de los minutos.
Todos empezaron con neumáticos intermedios que fueron cambiando en favor de los secos en la Q1, lo que produjo constantes cambios de posiciones y de mejores tiempos. Era cuestión de conseguir la mejor vuelta al final de la Q1 para no complicarse, pero los Ferrari pudieron lamentarse al quedar Leclerc en el puesto 12 y Sainz, en el 14 (nada que ver con Alonso, que acabó tercero). La mala suerte les tocó a Latifi, Zhou, Bottas, Tsunoda y Schumacher, eliminados.
Cuando parecía que la lluvia no iba a hacer acto de presencia, lo hizo. Verstappen ya avisaba de que el cielo era cada vez más oscuro y Sainz asustó comunicando por radio a su equipo que "llovía mucho", por lo que la situación cambió totalmente respecto a la ronda anterior. Si en la Q1 lo ideal había sido tratar de hacer el mejor tiempo al final, en la Q2 parecía que lo mejor era lograr los mejores tiempos al principio, cuando la pista seguía seca. Pero, afortunadamente para Sainz, la nube pareció alejarse y se consiguió salvar de la eliminación a última hora, a diferencia de Albon, Gasly, Vettel, Ricciardo y Stroll.
Llegados a este punto, el protagonista para la realización de las televisiones fue el radar meteorológico de los equipos, que anunciaba una posible vuelta de la nube en los minutos finales de la última ronda, lo que hacía obligatorio asegurar un buen tiempo al principio de la Q3. El único valiente (o quizás osado) fue Leclerc, que salió con intermedios pese a su asombro al ver que los otros nueve pilotos iban con slicks, aunque no tardó demasiado en regresar a boxes.
El pronóstico de los equipos se cumplió antes de tiempo porque la lluvia comenzó a caer con fuerza, lo que provocó que Russell se saliera de la pista a falta de ocho minutos y dirección de carrera decidiera sacar la bandera roja. El inesperado beneficiario de este percance fue Kevin Magnussen, de Haas, premiado por ser el primero que había salido a la pista y que no se lo creía cuando su equipo se lo comunicó: "Estáis de broma. Nunca jamás me he sentido así en mi vida, pero no lo celebremos todavía".
Con la lluvia cayendo sin parar, ya era imposible mejorar los tiempos y, salvo Mercedes con Hamilton, ningún equipo sacó a sus pilotos en la reanudación, por lo que un danés que no cabía en sí de júbilo quedó primero por delante de Verstappen y de Russell. En cuanto a los españoles, Sainz quedó en quinta posición y Alonso, en séptima.
"No sé qué decir, el equipo me ha sacado en el momento adecuado. Es increíble, agradezco a mi equipo esta oportunidad tras un año sabático. No me esperaba esto. En la carrera al sprint hay que atacar al máximo, vamos a intentar algo divertido", comentó un Magnussen que todavía no se lo creía en la entrevista posterior a la sesión de clasificación.