Cuando llegó a Manchester, con Cristiano Ronaldo (38) todavía por la ciudad, Casemiro tardó en ganarse la confianza de Ten Hag (53). En cuanto lo hizo, las prestaciones del United comenzaron a mejorar exponencialmente y sus compañeros se encontraron más libres para desarrollar su fútbol.
Es el mismo efecto que ya generaba el de Sao Paulo en el Real Madrid. Sabiendo que él guardaba las espaldas, Kroos (33) y Modric (37) se encontraban tranquilos y quedaban descargados de un buen volumen de responsabilidad defensiva. Ello, repercutía directamente en un aumento de la capacidad ofensiva de los merengues.
Contra el Barça, en los dieciseisavos de final de la UEFA Europa League, el centrocampista paulista fue clave para que los ‘Red Devils’ obtuviesen la clasificación. En el partido de vuelta, en Old Trafford, con los de Xavi Hernández (43) por delante y su equipo lejos de encontrar la forma de remontar, el ’18’ realizó una exhibición sensacional en la segunda parte para secar a los culés y facilitar que cambiasen las tornas.
Fue la confirmación de lo que ya venía avisando Ten Hag desde que Casemiro se consolidó como titular: "Es el jugador que pone cemento a nuestros cimientos. Organiza al equipo, anticipa, recupera balones, gana duelos y, con balón, puede acelerar el juego. No hay muchos jugadores con su calidad en el mundo. Estoy feliz de tenerle con nosotros porque marca la diferencia”, apuntó el técnico neerlandés allá por enero.
Pieza clave
La influencia del brasileño en el éxito del equipo más ganador de Inglaterra es innegable. A principios de febrero se perdió dos encuentros por sanción y el Manchester United, que llevaba 10 partidos seguidos sin conocer la derrota, perdió contra el Arsenal (3-2) y empató con el Leeds (2-2).
Desde que el internacional con la selección de Brasil se estableció como titular en el cuadro mancuniano, nadie ha sumado más puntos en la Premier League que ellos. Recordemos que cuando llegó a su nueva casa eran colistas con cero puntos. Ahora, la realidad es bien distinta. Se encuentran terceros a tres puntos del City y cinco de los ‘Gunners’ -con un partido más-. No es descabellado pensar que puedan pelear por el título.
Más allá de los números, Casemiro le ha devuelto al histórico club el alma que había perdido desde la marcha de Sir Alex Ferguson (81). La afición está encantada con su juego y ya esperan volver a ocupar pronto una posición de privilegio a nivel continental.