Manuel Pellegrini y José Mourinho, frente a frente, una relación imposible
Todo comenzó cuando Manuel Pellegrini, después de una sola temporada al frente del Real Madrid, fue sustituido por José Mourinho. Dos estilos antagónicos de entender el fútbol y la vida, una especie de Menotti-Bilardo en versión moderna. Y claro, chocaron.
El luso empezó la polémica, quizá para intentar amedrentar a su antecesor, cuando el conjunto blanco se enfrentó al Málaga. “Yo nunca entrenaría un equipo como el Málaga. Si el Madrid me echa no iré al Málaga sino a un grande de Italia o Inglaterra”, dijo con desprecio en la previa de aquel duelo Mou.
Cierto que lo máximo que había conseguido el conjunto andaluz era jugar la extinta Copa de la UEFA muchos años atrás. Pero pocos meses antes de ese enfrentamiento lo había comprado un jeque catarí, llegaron los millones de euros y convencieron a Pellegrini para crear un proyecto de Champions. En temporada y media lo consiguió. Ya era otro Málaga, aspirante a casi todo. “Me da mucho orgullo dirigir al Málaga en la situación en la que está y no me arrepiento”, respondió con educación el chileno.
Enfrentamientos verbales en la Premier League
La controversia no quedó ahí. En Inglaterra, uno dirigiendo al Manchester City previo a Guardiola y el otro entrenando al Chelsea, también tuvieron sus más y sus menos con sus guerras dialécticas. En un duelo entre ambos, temporada 13/14, los londinenses vencieron con un gol en el tiempo añadido de Fernando Torres. La celebración de Mou fue considerada excesiva e irrespetuosa para su rival. “No le di la mano porque no quise hacerlo”, admitió el chileno. “Si creen que he hecho algo mal, pido disculpas”, respondió el luso no sin sorna en aquella ocasión.
Meses después volverían a avivar el fuego de la polémica. Y sería el Ingeniero quien desataría las hostilidades. “El Chelsea juega como un equipo pequeño”, espetó en una ocasión. O cuando criticó el gasto de fichajes de los Blues tras otra derrota contra ellos. Mourinho no se contuvo. “No creo que un ingeniero -título universitario aprobado por su enemigo- necesite una calculadora para ver que hemos tenido superávit de 28 millones entre ventas y compras”.
Lejos de apagarse ese fuego, la guerra siguió. “Yo siempre soy el chico malo y luego están los educados”, se quejó ante los periodistas Mou en clara referencia al propio Pellegrini y también a Arsene Wenger, quien dirigía al Arsenal. La pelota la devolvió en otra ocasión el actual entrenador del Betis: “Cree que su manera de hacer es mejor porque si gana, tiene todo el mérito, pero si pierde, no asume ninguna responsabilidad”.
¿Habrá nuevo capítulo este jueves a partir de las 21 horas en la Europa Liga?