Publicidad
Publicidad
Publicidad
Más

Más de tres años después y en su cumpleaños, Bryan Gil volvió a marcar con el Sevilla

Daniel Núñez
Bryan Gil sonríe en Nervión
Bryan Gil sonríe en NerviónLaLiga
El extremo, cedido por el Tottenham Hotspur al club donde se formó, paradojas de la vida, tuvo un papel decisivo en la victoria contra el Mallorca (2-0) dado que anotó el segundo tanto de un encuentro que se decidió antes del descanso.

Bryan Gil (22) vivió un día inolvidable este sábado: fue titular en su regreso al Sánchez-Pizjuán, marcó y sopló las velas después. No pudo ser más idílico para el jugador andaluz, que ya disputó tres cuartos de hora en la derrota del Sevilla frente al Barcelona (3-0). No jugaba con el club de sus amores desde el 27 de septiembre de 2020, cuando disputó 13 minutos en el triunfo ante el Cádiz (1-3). Días después, puso rumbo al Eibar y en octubre volvió a la capital andaluza para jugar con el propio conjunto vasco.

Ha sido una larga travesía la del internacional español desde su primera etapa hasta la actual, que en principio será provisional puesto que pertenece a la entidad inglesa. Y lo cierto es que ha vivido muchas situaciones, algunas muy diferentes entre sí. Antes de poner rumbo al País Vasco, estuvo a préstamo durante unos meses en el Leganés, donde fue de menos a más a las órdenes de Javier Aguirre, y rozó la proeza de lograr una salvación que se antojaba improbable cuando llegó a Madrid.

El joven atacante destacó con Mendilibar, que no pudo tampoco evitar el descenso, y recibió el interés del Tottenham, que ofreció 25 millones de euros además de Erik Lamela, una propuesta que los hispalenses aceptaron. Pronto se confirmó que Monchi y compañía habían acertado al dar esa respuesta afirmativa porque el argentino se convirtió en una de las principales referencias ofensivas del equipo, independientemente de que a Bryan no le fuesen bien las cosas por Inglaterra.

Abierto el mercado de fichajes invernal, los Spurs optaron por buscar un destino para que el futbolista pudiera encontrar su mejor versión y, claro, dónde mejor que en LaLiga. Y a Valencia fue pese a que las aguas del Turia andan revueltas desde hace años -ahora está ya para desbordarse directamente-. Participó en 17 partidos, que no es poco, pero se marchó sin marcar ni asistir. Su rendimiento, aceptable sin más y lejos de parecerse al que se vio en Ipurúa, la mejor temporada de su carrera (cuatro goles).

Noviembre de 2019, último gol

Gil ha conseguido en dos partidos lo que no logró en Mestalla y, por el momento, tampoco en Londres. Desde el 25 de abril de 2019 no marcaba en Liga con el Sevilla, en la goleada frente al Rayo Vallecano (5-0). Repitió un mes más tarde en un amistoso frente al Simba (4-5) y volvió a ser decisivo meses después, el 28 de noviembre, contra el Qarabag en la Europa League (2-0). Desde aquella noche hasta la de este sábado, 1.171 días en los cuales ha vestido cuatro camisetas diferentes pese a sus 22 años.

La tarea pendiente que tiene de cara a estos próximos meses, un reto cuanto menos interesante, es celebrar su primera diana como visitante con la camiseta del equipo de Nervión. Los tres han sido con el público a favor, un contexto ideal para un canterano, pero ahora debe dar ese paso adelante y demostrar su buen hacer a kilómetros de distancia. De entre todos los campos de España que ha visitado durante su carrera en la élite, tan solo ha marcado en Balaídos (temporada 2020/21).