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Mignolet amarga la noche al Atlético y clasifica al Brujas para los octavos (0-0)

César Suárez
Un estelar Mignolet amargó la noche al Atlético y clasificó a Brujas para los octavos
Un estelar Mignolet amargó la noche al Atlético y clasificó a Brujas para los octavosAFP
Ni con Griezmann sin restricción de minutos, ni con Correa en estado de gracia, ni con Morata, Cunha y Carrasco como tridente, ni con un jugador más. El Atlético las tuvo de todos los colores para ganar al Brujas aunque fuese por un solo gol. Pero entre la mala puntería colchonera y, especialmente, las paradas de Mignolet, la Champions se le vuelve a complicar mucho a los de Simeone con el empate a 0 en el Metropolitano que clasifica a los belgas para los octavos de final.

Como si fuese una continuación del anterior encuentro, el Brujas salió envalentonado, enseñando sus dientes y retando al Atlético de Madrid. Los colchoneros aún no se habían sacudido los nervios de la responsabilidad cuando los belgas ya se habían acercado en un par de ocasiones. La velocidad de Skov Olson hacía estragos por su banda, la derecha. Saúl, que no funciona como carrilero por mucho que insista en ello Simeone, y Reinildo, no podían frenarlo. 

Necesitaba algo el cuadro local para no pasar esos apuros. Por ejemplo, quitarse corsés y ser valiente de una vez, que para eso tiene jugadores con clase. Alguna oportunidad, un disparo, un robo de balón. Por ahí, por la excelente presión de Lemar llegó lo que buscaban. El francés habilitó a su compatriota Griezmann y este, dentro del área aunque un poco escorado, probó por fin a Mignolet. Respondió bien el portero, como lo haría toda la noche. Primer disparo y a poner las cosas en su sitio. 

Son los rojiblancos un equipo de rachas, de momentos. Quien mejor lo escenifica es Ángel Correa. El argentino es capaz de cambiar el signo de un partido cuando está encendido. Y agradeció la titularidad con varias acciones en las que mostró su enorme calidad. Una de ellas, con una doble pared con Griezmann y otra más con Koke, le dejó solo ante Mignolet. La jugaba merecía el gol. Se tensaban las gargantas en la grada esperando ya cantarlo, mas su disparo con la zurda salió lamiendo el palo. No le importó. Apenas un par de minutos después, otra vez Correa estuvo a punto de liarla gorda. Su disparo fue empujado a la red, por si las moscas, por Saúl a puerta vacía. Gol que no subió al marcador porque el argentino, cuando recibió, estaba en fuera de juego. No sería el único tanto anulado. 

El VAR fastidió la fiesta, pero también, al filo del descanso, benefició al Atlético. Cuando mejor jugaban los del Cholo, cuando más volcados en el ataque estaban, llegó una contra espectacular del Brujas. Como montados en escobas supersónicas, Mignolet cedió con la mano a Skov Olsen, este corrió 50 metros dejando mal a sus rivales y abriendo camino a Buchanan que fue derribado por Nahuel Molina dentro del área. Parecía penalti claro, y así lo decretó el colegiado, hasta que desde la sala de vídeo le avisaron de que, justo antes de la zancadilla del argentino, el belga le había pisado el tobillo. Susto de los grandes, pero sólo susto a fin de cuentas con el que el Atleti se fue a vestuarios. 

Volcados al ataque 

Con las energías recargadas, los rojiblancos volvieron con ansia al terreno de juego. Había que marcar cuanto antes. Un torbellino ofensivo en el que Griezmann y Correa gozaron de sendas buenas ocasiones, incluso con otro gol, bien anulado por posición incorrecta. Era un querer y no poder. Circulaba mucho y rápido la pelota, generaba oportunidades, pero no había forma de perforar la meta rival. Simeone, desesperado, llamó a Morata, Carrasco y De Paul. Y el Brujas, mientras, ni se inquietaba e incluso se atrevía, sin exponer demasiado, a acercarse a los dominios de Oblak

Pasaba el tiempo y seguían los madrileños presionando, intentándolo por las bandas, por el centro, rematando desde fuera y desde cerca. Ni por esas. El público se impacientaba. Más aún cuando Simeone decidió quitar a Correa y a Griezmann, puede que cansados. Pero esto, con 0-0 y la necesidad de ganar, no se entenderá nunca. Menos aún lo entendió Joao Félix cuando el Cholo eligió a Witsel antes que a él para ejercer de revulsivo. Otro partido clave en el que el crack portugués se queda sin jugar. El peto de suplente pagó el enfado público del luso cuando lo tiró con rabia al suelo. 

Incredulidad hubo también cuando, ya con uno menos el Brujas por expulsión de Sowah, a dos minutos para el final Mignolet sacó con la barbilla el disparo a bocajarro dentro del área de Morata. La mejor ocasión del partido y hasta la suerte le dio la espalda a un Atlético que merecía el gol. Nadie daba crédito. Porque todo el crédito lo tuvo el meta belga que, aguantando el 0-0, celebró con una felicidad enorme el pase a los octavos de final. Justo lo que querían los rojiblancos y que ahora tienen mucho más complicado que nunca. 

 

Jugador Flashscore del partido: Mignolet.

 

Todos los datos del partido, en flashscore.es