Movistar es un equipo que tiene acostumbrados a sus seguidores a los éxitos, a los primeros lugares en las clásicas, a la competitividad excelsa en cada certamen. Los últimos años del equipo español han sido distantes de aquella realidad llena de gloria. De hecho, en el 2022, el conjunto estuvo cerca de descender de categoría a raíz de los malos resultados. 

Sí. El Movistar, el plantel que destacó de la mano de Nairo Quintana, de Richard Carapáz, de Alejandro Valverde, se encontró a unas escasas posiciones de perder su espacio en el World Tour. El balance del 2022 fue, al final, agridulce. Por un lado, la salvación del descenso brinda un respiro a una directiva que llevó una crisis sin prescedentes. Por el otro, aún persiste la sensación de no haber alcanzado un título importante en la modalidad masculina. 

En el deporte femenino, Ameniek Van Vleuten levantó el ánimo del Movistar y consignó un envidiable triplete (Giro de Italia, Vuelta a España, Tour de Francia). La imagen que brinda la neerlandesa es cercana al brillo, a la autoridad, a la preparación. 

Los chicos, en contraste, sufrieron más de la cuenta para mantener la categoría. Aunque aún faltan algunas carreras para cerrar la temporada, las pruebas categoría World Tour han terminado. Lo que traduce, en escencia, a que la salvación del Movistar Team es un hecho, no una suposición. 

El buen papel que gestionó el equipo navarro en La Vuelta España le permitió subir peldaños en la tabla del World Tour y, de esa forma, consignar una buena posición y subir, de una manera extraña y sorprendente, al puesto número 12, superando, incluso, al Astana. 

Los equipos que no han logrado reaccionar a tiempo son el Lotto-Soudal y el Israel-Premier Tech. Aunque los dos presentan leves esperanzas de salvar la categoría desde la matemática, es remota la posibilidad de ambos conjuntos para mantenerse en el World Tour.