Pese a que las casas de apuestas estadounidenses dan la victoria en la Super Bowl LVII por tres puntos a los Kansas City Chiefs, no tenemos dudas de que lo hacen por el fenómeno Patrick Mahomes (27). En Flashscore tenemos motivos de sobra para pensar que los Philadelphia Eagles parten como favoritos y os vamos a explicar por qué.
La plantilla que ha conformado la franquicia del estado de Pensilvania para Nick Sirianni es completísima. Mucho más que la de su rival en el duelo por el trofeo Vince Lombardi. En ataque tienen recursos de sobra para hacer daño desde cualquier posición y en defensa son extremadamente sólidos, sobre todo a la hora de cubrir el juego aéreo.
Ofensivamente cuentan con un verdadero monstruo dirigiendo las operaciones como es Jalen Hurts (24). El texano tal vez no sea tan talentoso como Mahomes, pero sus habilidades atléticas le permiten amenazar al rival tanto por tierra como por aire.
Sin duda, la verdadera fortaleza del quarterback de los Eagles es la carrera. Se ha fabricado 15 touchdowns el solito para impulsar a su equipo a ser el más anotador de la liga en esa faceta con 32. En total, han sido los segundos que más han visitado la ‘endzone’ en liga regular -59 veces-, solo por detrás de los chiefs, que lo hicieron en 61 ocasiones.
La fortaleza de sus corredores hará que los hombres de Andy Reid (64) tengan que emplearse a fondo durante todo el partido. No se puede menospreciar a un conjunto que realiza 4.6 yardas por acarreo. Además, tampoco dudan en lanzarse al vacío cuando están a punto de perder la posesión. Son los segundos y cuartos de la NFL en cuartos (22) y terceros (102) ’downs’ respectivamente. Les sobra valentía para desenvolverse en situaciones límites, como a cualquier buen campeón.
Que destaquen por tierra no ha provocado, ni mucho menos, que hayan descuidado el juego de pase a lo largo de su magnífica campaña. Son los octavos que más yardas han sumado por aire con 4.364 y suelen jugar muy profundo alcanzando una media de 12,5 cada vez que logran completar -segundos en esta estadística-.
Un muro en defensa
Cuando decimos que Philadelphia es un equipo completísimo lo hacemos con los fríos datos en la mano. Del mismo modo que arrasan en ataque, no se quedan atrás en la faceta defensiva. Todo el año se han mostrado demoledores en la presión al quarterback rival, consiguiendo derribarle hasta en 70 ocasiones, 15 más que la segunda franquicia más prolífica en este apartado, Kansas City.
También han encabezado la liga en la protección del pase. Únicamente concedieron 5.5 yardas por servicio completado, que hacen un total de 3.057. Cuentan con una zaga muy móvil, capaz de cubrir grandes cantidades de terreno para realizar grandes intervenciones.
Su intensidad es máxima, lo que ha provocado que sus contrincantes pierdan el ovoide hasta 15 veces en las que los de Sirianni lo han recuperado 10. Ese dinamismo les ha llevado a acumular 17 intercepciones de las cuales tres terminaron en touchdown.
Si se les puede poner un pero son las desconexiones que experimenta en ocasiones la línea ofensiva Eagle. De vez en cuando se van de los partidos y dejan desprotegido a un Jalen Hurts que ha sido derribado 44 veces. Los Chiefs se imponen con facilidad en esta faceta y son los terceros de la NFL habiendo concedido solo 26 ‘sacks’.
El factor AJ Brown
Los Philadelphia Eagles estaban bien cubiertos en la carrera, pero lo que les ha dado el salto de calidad definitivo para pelear por el campeonato es la llegada de AJ Brown (25) desde los Tennessee Titans. El ‘wide receiver’ natural de Starkville (Mississippi) es el complemento ideal para un equipo que estaba carente de talento en su cuerpo de receptores.
El ex de la Universidad de Ole Miss ha cerrado la mejor campaña regular de su carrera dejando unos registros de 1.496 yardas recibidas y 11 touchdowns. Ahora, espera cerrar un año inolvidable colocándose en el dedo su primer anillo de campeón.
Todo lo que hemos expuesto da fe de la versatilidad que tiene el cabeza de serie número uno de la Conferencia Nacional. Muchos jugadores pueden sacar las castañas del fuego en momentos complicados y su plantilla está mucho más equilibrada que la de los Chiefs, que dependen más de que el MVP Patrick Mahomes realice una Super Bowl excelsa.