Ahora que Portugal ha ganado los dos partidos que ha disputado en la Copa del Mundo es muy fácil colocarla entre las favoritas. Juegan bien y, salvo en contados despistes, son bastante sólidos en defensa. Además tienen a Cristiano Ronaldo (37), el goleador más voraz de los últimos 15 años.
Han llevado una de las convocatorias más completas de las 32 que se han presentado a la cita. Si analizas línea por línea, en todas encuentras al menos dos o tres jugadores que pueden pelear por estar en el top-10 mundial en su posición.
Entonces, ¿por qué casi nadie colocó a Portugal entre las principales favoritas para ganar el torneo más importante?
Muchos dijeron que porque los de Fernando Santos (68) depositaban demasiadas esperanzas en su estrella. Se aseguró que CR7 solo ralentizaba el progreso del combinado luso, que los problemas en Manchester eran solo culpa de su rendimiento, que tenía el vestuario revolucionado y estaba acabado. Esos mismos pusieron a Argentina, con un equipo mucho peor, por delante. Son los incondicionales de Leo Messi (35).
Otros apuntaban al banquillo. Se catalogó al entrenador portugués de “terrorista futbolístico”. No era posible jugar a la defensiva y ganar un Mundial. Pues bien, estos han quedado retratados pronto. Portugal juega, muy bien por cierto, al fútbol combinativo y de ataque.
Cuando se quedaban sin argumentos, directamente señalaban a algún equipo que subjetivamente les parecía mejor y se quedaban tan anchos. El seleccionado ibérico ha callado a todos ellos. Contra Ghana se despistaron y casi les remontan, pero ante Uruguay no encontraron rival, fueron muy superiores.
Solo tres equipos han hecho pleno de victorias a estas alturas. Uno de ellos es Portugal, que desde ya puede pensar en preparar su choque de octavos de final. En la última jornada de la fase de grupos se enfrentarán a una Corea del Sur prácticamente eliminada, lo que les da margen para las rotaciones. Un empate les basta para ser primeros.
Bruno y Bernardo
Cristiano es el líder absoluto de la ‘Seleçao’. Eso nadie lo discute. Sin embargo la doble ‘B’ es la que lleva el mando de las operaciones. Bruno Fernandes (28) y Bernardo Silva (28) están mostrando un nivel descomunal en Catar. Al final, todo sale de Manchester.
El del City, se ha convertido en la reencarnación de Luka Modrić (37). Aparece en cualquier zona del campo, distribuye, temporiza y descoloca a los rivales. Salvo Mbappé (23), nadie porta tan bien el número ’10’ en esta Copa del Mundo como el mago de Lisboa.
Por su parte, el jugador del Manchester United es más de deslumbrar por momentos. Marcó los dos goles contra Uruguay -con permiso de Ronaldo- y abandera la candidatura lusa a conquistar un torneo en el que, ahora sí, todos temen cruzarse con Portugal.