Qué noche más plácida para un Madrid que aplasta al Elche (4-0)
Dos no pelean si uno no quiere. Es una máxima como sería la de ir a cazar y que el cazador lleve pomperos de jabón en vez de escopeta. Pues extrapolado al fútbol, ubicados en el Bernabéu, con un Real Madrid ávido de escaparse desde el comienzo, necesitado y hambriento por acercarse al Barça, el Elche fue como una madre que le permitió todos los antojos a su rival.
Ni tres minutos habían pasado cuando a Rodrygo le abrieron el carril interior para llegar a línea de fondo en una acción que acabaría con un disparo lejano de Militao ajustadísimo al palo. Primer aviso. Y último. Porque en la siguiente jugada ofensiva, Asensio recibió en zona de tres cuartos, le hicieron el pasillo Magallán y Raúl Guti y le permitieron encarar en solitario a Edgar Badía. El mallorquín hizo lo que sabe, golpear con clase y calidad para marcar el primero con un sutil disparo. Qué facilidad.
Y eso que el Madrid compareció con muchos cambios. Alaba en el lateral, Camavinga y Valverde de vuelta a un medio campo sin Modric ni Kroos ni Tchouaméni. Y Rodrygo haciendo de Vinicius. Ante eso, el plan de Machín para frenar al Madrid fue presionar muy arriba, con extrema valentía para un equipo deshauciado. Su problema, que fracasó por los muchos desajustes que dejaban entre líneas. Ceballos recibía siempre solo y podía pensar y asociarse. Lo peor que pueden hacer los enemigos con el sevillano. Y no eran sólo los agujeros que dejaban, sino que defendían con la mirada, como un bañista cuando ve medusas acercarse a la orilla.
Benzema supera a Raúl como segundo máximo goleador
Así se explica que se sucedieran las ocasiones para marcar. Benzema tuvo el segundo con un remate en plancha en otra excelente conexión con Rodrygo. Cómo se buscan. Valverde lo intentó, ya sin la presión de 'retirar' a Ancelotti, con la zurda desde la frontal.
Y de nuevo Benzema, con la testa, hizo sacar a Roco una clara mano dentro del área. Penalti que transformó el galo para marcar el 2-0 y superar a Raúl como máximo goleador en la historia del Real Madrid en LaLiga con 229 goles. Palabras mayores. Leyenda.
Ya en la frontera del primer tiempo llegaría el 230, también desde los 11 metros después de que Diego González se quedara en el césped buscando su cintura y dejando el pie para zancadillear a quien se la había roto, Rodrygo. Lanzó Karim y 3-0. Así de simple, sencillo y fácil. El que más de toda la temporada para el Madrid.
A por el cuarto
Para no complicarse la vida, los campeones del mundo regresaron al renovado césped del coliseo blanco con ganas de marcar pronto el cuarto. Los ilicitanos, para no estropear la noche, continuaron igual, observando como espectadores de lujo los pases, asociaciones y disparos con los que se divertían los de blanco. En una de esas acciones de plástica belleza, y después de varias oportunidades, Alaba encontró a Asensio y este enganchó una volea que no entró porque Edgar, siempre bien colocado, sacó los puños para evitar el cuarto. Hubiera sido otro golazo. Se quedó en paradón. Porque Badía es un gran meta, que no se olvide.
Era tan de guante blanco el partido, tan cómodos se encontraban los locales, que hasta Ancelotti premió el trabajo silencioso de Odriozola dándole casi media hora de encuentro. Sus primeros minutos en Liga. También los tuvo Mariano. Y el chaval Arribas. Y así fueron pasando los minutos hasta que llegó Modric para anotar el cuarto con un tiro a la escuadra.
Hubo tiempo para alguna rabona de Militao, para alguna delicatessen de Rodrygo, para algún taconazo de Camavinga. También para buenos minutos de Tete Morente en el Elche. Pero el marcador se quedó ahí, en un 4-0 que le sirve al Real Madrid para recortar a ocho la distancia con el Barcelona.
Jugador Flashscore del partido: Rodrygo (Real Madrid)