Nasser Al-Khelaifi, que ayer presentó a Luis Enrique y abrió la puerta a Mbappé, se enfrenta a problemas con la justicia por presuntas actividades delictivas en Catar. Lo último ha sido un registro de su casa en el marco de una investigación judicial abierta en enero después de que lobista Tayeb Benabderrahmane presentase una denuncia contra el presidente del PSG.
El denunciante afirma que fue detenido en el país asiático, al que se había trasladado para desempeñar su trabajo, en enero de 2020. Según su declaración, durante seis meses fue retenido e interrogado acerca de documentos que suponían que poseía y que podían poner en un compromiso al dirigente del club parisino.
AFP contactó con un portavoz del PSG para conocer su postura: "El juez de instrucción pidió información complementaria y acceso, que se le facilitó con total transparencia y en plena cooperación con las autoridades, como ha sido el caso desde el principio", informó.
Pese a que el lobista pudo abandonar Catar en noviembre de 2020, mediante la firma de un acuerdo de confidencialidad en el que se comprometía a no dar luz a los mencionados documentos, año y medio más tarde se decidió a interponer la denuncia que ha llevado al registro de la casa de Al-Khelaifi.
Los abogados del presidente del Paris Saint-Germain dijeron el pasado mes de abril que interpondrían una demanda por difamación contra el lobista.