Empezó el 2023 y el Sevilla aún no ha salido del fondo de LaLiga. El club andaluz tenía como objetivo clasificarse para la Champions League pero el nefasto arranque de la campaña impulsa a los hispalenses hacia los últimos puestos de la tabla.
Julen Lopetegui fue la primera cabeza que se cobró la directiva del club por los malos resultados. Isco (30) la segunda. El virtuoso centrocampista malagueño regresó a Andalucía con el ideal de resarcir la adversa etapa final que vivió en su ciclo como jugador madridista. Su estado de forma, su falta de constancia y la incertidumbre del equipo crearon un escenario propicio para un caos que duró hasta diciembre.
Ahora, Jorge Sampaoli, que llegó en los últimos meses del 2022, deja abierta una brecha en el Sevilla que hace temblar a los aficionados rojiblancos. La situación del conjunto es crítica. La plantilla necesita reaccionar y el partido de Copa contra el Alavés es una oportunidad para limpiar asperezas y mejorar el rendimiento de algunos puntos flancos de la estructura.
"Cuando está dentro de un lugar, tiene la esperanza de poder ayudar. Vengo todos los días, trabajo todos los días y veo mejoras a nivel colectivo, el grupo me ha dado respuesta. Seguir trabajando, no es tiempo de llorar ni reclamar. Lo que pasó ya pasó y tengo que ver cómo hago con lo que viene y daré todo lo mejor de mí. Si tomé la mejor decisión, si me mintieron o no es un tema mío con los dirigentes de puertas para adentro", aseguró el entrenador argentino.
Sampaoli prefiere separar el rendimiento del equipo en los dos torneos que tiene en juego. El antiguo seleccionador de la albiceleste apuesta por avanzar a la siguiente ronda de la Copa del Rey. El ajustado calendario que ocasionó el Mundial pasa factura y ante el Alavés las rotaciones le permitirán encontrar soluciones en aspectos tácticos.
"Un partido decide seguir en la Copa y otro la situación en la Liga. Badé tiene una inactividad de seis meses en su antiguo club y hace un esfuerzo enorme. Intentamos armar algo que nos permita ser consistentes y que se aplique a una forma de jugar que es diferente a la que traía. En-Nesyri venía con un golpe en el tobillo y hacía falta un jugador al cien por cien en Girona. Lo más me ilusiona es quedarme y seguir", avisó.
El Sevilla descansa en la posición número 18 de LaLiga con 15 puntos, producto de 3 victorias, 6 empates y 8 derrotas. El plantel andaluz tiene poco margen de error si desea evitar una catástrofe mayúscula en el final de la temporada.