31/05/2009 - Robin Söderling gana a Rafael Nadal 6-2, 6-7 (2), 6-4, 7-6 (2)
Por primera vez en la historia. Cuatro Abiertos de Francia, cuatro victorias para Nadal. Y nunca se había visto empujado a cinco sets. El español parecía invencible y se enfrentaba a un jugador que había sido etiquetado como el enfant terrible del circuito. Estaba claro que Robin Söderling no era amigo del español desde su épico enfrentamiento en Wimbledon 2007, en un partido de tercera ronda que se alargó varios días a causa de la lluvia londinense.
Este antagonismo dio un nuevo giro un mes antes del Abierto de Francia, cuando ambos se enfrentaron en Roma. En este partido, el español arrolló a su rival, cediendo sólo un juego, pero el sueco se las arregló para robar la atención mostrando deliberadamente al árbitro la marca errónea en una pelota que se calificó de ¡falta!
A pesar de todo, los dos jugadores tenían algo en común: una fe inquebrantable en sus habilidades. Esta fe hizo que el sueco pudiera entrar en la pista pensando que tenía posibilidades de ser el primero en derrotar al español en Roland Garros. Y siendo el único, incluido el público, en pensar tal cosa.
Reconozcámoslo, aquel día fue un terremoto. Aunque el español tenía un problema en la rodilla, que le obligó a renunciar a defender su título en Wimbledon, no pareció afectado durante el partido. Pero se vio inundado de aces y winners por un rival intrépido que vio en el riesgo máximo su única oportunidad.
Y la aprovechó en 3 horas y 30 minutos. Podríamos haber imaginado a Roger Federer logrando esta hazaña, o a Novak Djokovic, que entonces estaba en pleno ascenso, pero la historia recordará que fue Robin Söderling, a menudo etiquetado como uno de los jugadores menos simpáticos del circuito ATP, el primero en hacerlo. Al año siguiente, Nadal enderezó el rumbo contra el mismo rival en la final, y el público le perdonó aquella derrota sin pestañear, pero 15 años después, sigue siendo tan sorprendente como siempre.
3/06/2015 - Novak Djokovic vence a Rafael Nadal por 7-5, 6-3 y 6-1
Tras su noveno título parisino en 2014, Nadal pagó un alto precio por las lesiones. Perdió el número uno del mundo en favor de su rival serbio y tuvo que retirarse del US Open por una lesión en la muñeca. Y su temporada 2015 estuvo claramente por debajo de las expectativas. Un único título en Buenos Aires, unos cuartos de final en el Abierto de Australia, una gira infructuosa por Estados Unidos y un comienzo titubeante en la tierra batida europea.
Tres Masters 1000 europeos y una sola final, en casa contra Andy Murray en Madrid. El partido se convirtió en una paliza del británico en hora y media, que le costó a Nadal su puesto en el Top 5 por primera vez en 10 años. Luego cayó en cuartos de final en Roma, ante Stan Wawrinka.
A su llegada a Roland Garros, algunos se hicieron eco de que no era el favorito. Superó sin problemas sus tres primeras rondas, pero el primer susto llegó en octavos de final contra Jack Sock. Justo cuando Nadal servía para otra victoria en tres sets, perdió el control del partido y se vio arrastrado a un cuarto set que, afortunadamente, no tuvo consecuencias. Salvo que el nivel de juego que desarrolló dejaba pocas esperanzas de que superara a Novak Djokovic en cuartos.
Rápidamente perdiendo por 4-0, el español aguantó para evitar ser vapuleado. Remontó y estuvo a punto de llegar al tie-break, pero perdió el primer set y, a partir de ahí, el resto estaba cantado. El español sólo se anotó cuatro juegos en dos sets. El público se resignó y temió que el reinado del español llegara a su fin definitivamente. Afortunadamente, no fue así, pero fue con diferencia la derrota más abultada, tanto en marcador como en nivel de juego, de Nadal en Roland Garros.
11/06/2021 - Novak Djokovic vence a Rafael Nadal 3-6, 6-3, 7-6 (4), 6-2
El año anterior, en pleno periodo Covid, Rafael Nadal ganó su 13º título en la tierra batida de París aplastando en la final a Novak Djokovic. En aquel momento, el español parecía haber recuperado el dominio en esa final, como lo demostró su victoria sobre el serbio en la final de Roma unas semanas antes, tras una nueva cima en este partido.
Este era el gran Nadal que estábamos viendo en París, cargándose a todos los que osaban enfrentarse a él. Jannik Sinner sólo duró un set, y aunque el español cedió un set en cuartos ante el tenaz Diego Schwartzman, pocas nubes se vislumbraban en el horizonte antes de su reencuentro con Nole, que sobrevivió a un gran susto en octavos al remontar dos sets en contra ante Lorenzo Musetti.
Rafa se llevó el primer set, no sin cierta dificultad, pero una vez en el asiento del conductor, era difícil imaginar un revés de la fortuna. Djokovic dio lo mejor de sí mismo, se llevó el segundo set y sirvió para el tercero, pero la garra de Nadal volvió con toda su fuerza y desechó la amenaza. El tie-break del tercer set prometía ser enorme, y bastó un mini-break en un tie-break legendario para dar la vuelta al partido.
Novak Djokovic estaría supremo en los tres últimos sets, y en particular en este tiebreak que viviría mucho tiempo en la memoria. Cuatro horas y cuarto de lucha por una victoria que no se esperaba, pero tan lógica dada la falta de opciones de Nadal al final del partido. Parecía que, esta vez, el final del reinado del español en la Porte d'Auteuil estaba cantado.
27/05/2024 - Alexander Zverev vence a Rafael Nadal 6-3, 7-6 (5), 6-3
Tras perder en la segunda ronda del Abierto de Australia en enero de 2023, Rafael Nadal no había vuelto a jugar en toda la temporada. El fantasma de la retirada se cernía sobre él, pero era inconcebible que no pisara las pistas de tierra batida de Roland Garros por última vez. Empezó con cautela la temporada 2024, pero cuando llegó a la tierra batida, la magia no funcionó.
Hubo algunas victorias satisfactorias, incluida una sobre Alex de Miñaur en Madrid para vengar una derrota anterior por el mismo rival en Barcelona una semana antes, pero era difícil verlo como algo más que una gira de despedida de los grandes lugares de sus triunfos en tierra batida. Y su último partido antes del Abierto de Francia fue una paliza (cuatro juegos ganados) en Roma contra Hubert Hurkacz, que es cualquier cosa menos un especialista en tierra batida.
Pero, inevitablemente, todo el mundo pensó que éste será su último Roland Garros. Con un sorteo favorable, ¿por qué no llegar a la segunda semana y realizar una actuación digna de su rango? Pero el sorteo fue complicado, y por poco no le emparejó con Carlos Alcaraz... aunque tampoco tuvo suerte con Alexander Zverev.
Dos años después de la inolvidable semifinal que terminó con el grito desgarrador del alemán, obligado a retirarse con un tobillo roto, no hubo milagro. Reciente vencedor en Roma, el alemán se vio a veces presionado, sobre todo cuando Rafa sacaba para el segundo set, pero al final mantuvo el control de sus nervios y de su tenis. No hubo nada que decir, Nadal fue derrotado por un rival más fuerte, pero el público permaneció admirador y sereno, ya seguro de volver a verle unas semanas más tarde.
Bonus: 29 de julio de 2024 - Novak Djokovic vence a Rafael Nadal, 6-1, 6-4
Los Juegos Olímpicos se celebraban en París, y Roland Garros fue lógicamente elegido para albergar las pruebas de tenis. Todo el mundo salivaba ante la perspectiva de volver a ver a Nadal sobre la tierra batida que ha forjado su leyenda. Y, una vez más, el sorteo fue travieso.
Al español le tocó debutar contra el modesto Marton Fucsovics, al que acabó despachando en tres sets, a pesar de que la primera manga sugería una demostración. Para Nadal, el premio era atractivo: un 60º encuentro de su carrera con Novak Djokovic en la siguiente ronda.
Al final, se produjo, pero sin verdadero suspense. Nole buscaba su última oportunidad de ir a por el oro olímpico, algo que consiguió tras un torneo soberbio. Y el partido que ganó fácilmente contra su mayor rival fue sólo uno de tantos, ya que el serbio fue muy superior ese día. Fue el último partido de individuales disputado por Rafael Nadal, que no volverá ya a las pistas de tierra batida de París.
Nota del editor: Rafael Nadal se retiró antes de su partido programado de tercera ronda contra Marcel Granollers en 2016, la quinta vez que no consiguió ganar el título en el Grand Slam parisino.