Publicidad
Publicidad
Publicidad
Más

Coco Gauff, la falta de presión como arma contra Swiatek en Roland Garros

AFP
Iga Swiatek y Coco Gauff
Iga Swiatek y Coco GauffAFP
"No tengo nada que perder": dos años después de la final disputada en la misma tierra batida de Roland Garros, la joven estadounidense Coco Gauff se reencuentra el jueves en semifinales de París con la intratable número 1 mundial Iga Swiatek, que será una vez más la favorita.

En 2022, la polaca conquistó su segundo título en Roland Garros superando en poco más de una hora (6-1, 6-3) a la entonces promesa de 18 años, que no tuvo opción en el partido.

Gauff, que se dio a conocer entre el gran público en Wimbledon cuando tenía 15 años, no había sabido controlar la tensión y la falta de experiencia en su primera final del Grand Slam.

Hoy, la estadounidense de 20 años es número 3 del mundo y es una jugadora diferente, que ya tiene un grande en su palmarés, el Abierto de Estados Unidos del año pasado. Parece por lo tanto con armas mucho más peligrosas para poner en apuros a Swiatek.

En sus duelos anteriores, eso sí, Swiatek ha sido la gran dominadora, con 10 victorias en 11 enfrentamientos. El último triunfo de la polaca es además reciente, por 6-4 y 6-3 en el WTA 1000 de Roma.

"Ella es la número 1 del mundo, ha ganado aquí ya tres veces (títulos en Roland Garros en 2020, 2022 y 2023). Por mi parte, yo iré con total confianza. No tengo nada que perder, toda la presión es para ella", estimó la jugadora de Atlanta tras su victoria de cuartos de final ante la tunecina Ons Jabeur.

"Un reloj en la espalda"

Swiatek tuvo un gran susto en la segunda ronda de este Roland Garros, ante la exnúmero 1 mundial japonesa Naomi Osaka, ante la que tuvo que levantar una bola de partido. Pero la polaca demostró allí que a pesar de que también es una jugadora joven (23 años) tiene madurez suficiente para mantener la calma incluso cuando ha quedado contra las cuerdas.

Después de ese partido dramático ante Osaka, Swiatek no da opción a ninguna rival. Barrió de la pista a la rusa Anastasia Potapova por un doble 6-0 en 40 minutos, y en una hora se deshizo de la número 6 mundial, la checa Marketa Vondrousova, por un inapelable 6-0 y 6-2.

Gauff reconoce que podría "perder por el mismo marcador". "O no", puntualiza, agarrándose al precedente de su único triunfo contra Swiatek, el año pasado en Cincinnati por 7-6 (7/2), 3-6 y 6-4.

"En aquel momento no estaba pensando en que nunca le había ganado antes, o que no había ganado ningún set contra ella", recuerda.

Un mes después de esa victoria, Gauff conquistó el US Open en Flushing Meadows, su primer título del Grand Slam, que la consagró ya definitivamente entre las mejores tenistas del momento.

"Tenía la impresión de tener como un reloj pegado en la espalda y que debía ganar siendo incluso adolescente", admitió al término de la pasada temporada. "Ahora no quiero contentarme con un único título del Grand Slam", avisa.

Iga Swiatek no se confía: la estadounidense ha mejorado en el plano mental a lo largo de sus últimos partidos y Gauff es una jugadora cada vez más sólida.

"Creo que a medida que sumas años aprendes a gestionar mejor la presión", afirma la estadounidense, que parece sentirse cómoda con ese estatus de 'outsider' ante una Swiatek que aspira a levantar el sábado el cuarto Roland Garros de su carrera.

Andreeva, otra joven estrella

La ganadora del Swiatek-Gauff se medirá el sábado en la final a una de las sorpresas del torneo: la rusa Mirra Andreeva (38ª), de 17 años, o la italiana Jasmine Paolini (15ª).

Andreeva sorprendió el miércoles en cuartos a la número 2 mundial bielorrusa Aryna Sabalenka, mientras que Paolini derribó a la número 4, la kazaja Elena Rybakina.

"Hoy mi entrenadora y yo teníamos un plan, pero no me acordaba de él. Simplemente jugué como sentía que tenía que jugar", sonrió Andreeva en su mensaje al público desde la pista, haciendo reír a su preparadora, la española Conchita Martínez (52 años), que fue campeona de Wimbledon en 1994.