Adiós al sueño olímpico de la pareja Rafa Nadal-Carlos Alcaraz
Centro de datos del Nadal/Alcaraz-Krajicek/Ram
Siempre que aparecen en pista, las expectativas son enormes. Si se juntan en dobles, la ilusión también se multiplica y no precisamente por dos. El ejemplo está en los llenos en la grada en sus dos duelos anteriores. Pero no es lo mismo, por muy reyes de la tierra que sean en individuales, formar pareja. Se necesitan muchos entrenamientos y partidos para alcanzar un nivel estelar. Y si encima entras frío y de primeras te rompen el saque...
Nadal lo perdió y aunque Alcaraz intentó tirar del carro, Krajicek y Ram, que han ganado cuatro de los cinco choques en la Copa Davis que han disputado juntos, se mostraron muy sólidos. Consolidaron esa ruptura y consiguieron otra en el séptimo juego, con 2-4, sobre el servicio del murciano. Dos dobles faltas dejaron en bandeja el set para los norteamericanos. No iban a desaprovechar semejante oportunidad aunque tuvieran que salvar el primer punto de break en contra y se llevaron el primer set por 2-6 en 46 minutos.
Una mejoría insuficiente
Mucho había que cambiar en los españoles para ofrecer, al menos, mayor resistencia, para hacer dudar a sus oponentes, para alejarlos de la red, para que se sintieran incómodos, para meterles presión. Innegociable era sacar mejor. Y eso hizo Nadal en el comienzo del segundo set. El problema es que ni el zurdo Krajicek ni el diestro Ram bajaron su pistón. Qué manera de servir.
Para colmo de males, Alcaraz estaba fallón, irreconocible en sus errores desde el fondo con su derecha. Nadal no podía solo y los USA boys se aprovecharon para romper el servicio del número tres del mundo y colocarse con un peligrosísimo 3-4 y su saque. La consecuencia, 3-5 y una situación contra la espada y la pared para la dupla Nadalcaraz.
El manacorí entonces se volvió a levantar como lleva haciendo 20 años, tiró del carro y del público, lo intentó con su compañero y obligó a sus rivales a dar lo mejor de sí. Aún no estaban derrotados. "¡Demostradme que podéis, vamos!" pareció decir don Rafael. Y de repente tuvieron dos bolas de break para igualar a cinco. Y una tercera... y dos bolas de partido en contra... pero no hubo forma de aguantar. Krajicek sacó de escándalo y el sueño de los españoles se truncó para siempre.